En Estados Unidos y en todo el mundo, continúan los debates y controversias derivados de la masacre ocurrida hace apenas unos días en una escuela de la región de Conecticut, mientras todos los días se suceden tiroteos, disparos públicos y otros con un móvil más intencionado, que causan la muerte a varias personas de diferentes regiones del país.
Mientras esto ocurre, la sociedad se ve envuelta en una especie de espera sobre las supuestas acciones anunciadas por el gobierno Obama para analizar y proponer al Congreso cambios o reformas a la ley que permite la tenencia de armas al por mayor, sin restricciones, algo entronizado ya en la conciencia y el actuar cotidiano de los que habitan ese país.
Contradictorio resultaría para cualquiera pensar que en un escenario de miedo como el que dejaron los sucesos de días atrás, se dispararía la demanda y venta de armas, y no como forma para autodefenderse, sino por temor a que realmente el Congreso o algún otro mecanismo gubernamental establezca una restricción a lo que hasta hoy es parte indispensable de la vida de los norteamericanos. Son muchos también los intereses que se dañarían si esto ocurriese.
Ha sido el 2012 un año de acciones violentas repetidas y de consecuencias nefastas al interior de los Estados Unidos, que concluye a sabiendas de que será este un tema pendiente y un reto para el nuevo mandato de Obama. Los hechos demuestran que los hechos violentos son cada vez más repetidos y alcanzan un mayor número de víctimas inocentes, sobre todo niños y jóvenes.
Este podría ser uno de los fines de año de mayor incertidumbre y miedo al interior de esa sociedad. Desde hace algún tiempo también escribí sobre este tema y con un tono algo pesimista vaticinaba la ocurrencia de otros hechos, que lamentablemente, se concretaron.
Hoy, vísperas de la celebraciones de la Navidad, vienen a mi mente nuevamente las personas comunes que no merecen más sufrimientos por hechos como estos, quienes seguramente coincidirán entonces en dedicar sus reflexiones de año nuevo al futuro, a sus hijos. Ojalá recuerden entonces que esos mismos desde que nacen - y sin pretenderlo - ya son víctimas de ese sistema que les regala, como un juguete simple, un arma, para sus mentes y para atentar contra ellos mismos.
http://misapuntesdesdecuba.blogspot.com.es/2012/12/estados-unidos-un-fin-de-ano-de.html
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