La noticia: ese objeto
El periodismo produce las noticias
que construyen una parte de la realidad social, y que posibilitan a los
individuos el conocimiento del mundo al que no pueden acceder de manera
directa. El producto de su trabajo multiplica y naturaliza gran parte de
los discursos en circulación en las sociedades. Por eso mismo, toda teoría de
la noticia se inscribe en una teoría de
los medios y en el paradigma mayor de una teoría de la comunicación.
La producción y el consumo de la noticia en la
sociocultura contemporánea
En
la segunda mitad del siglo, desarrollo tecnológico y procesos de de
globalización económica favorecieron la expansión de los medios y la
constitución de los grupos multimedia. Una de las consecuencias de este
fenómeno es la monopolización del mercado y de los discursos sobre la sociedad.
La
relación fundamental entre comunicación, cultura y medios y el mundo de la
política, la economía y la sociedad ha cambiado sustancialmente, y ha dado
forma a nuevos procesos socioculturales.
Actualmente
hay nuevas formas de construir la información y nuevas formas de consumirla, y,
por tanto, series de sentido diferentes.
La información periodística, un género de la
comunicación
La
comunicación es un proceso de construcción de sentido históricamente situado,
que se realiza a través de discursos verbales y no verbales, y atraviesa de
manera transversal las prácticas de las sociedades. Los seres humanos
construyen sentido sobre sus experiencias y el mundo en situaciones de
interacción cara a cara, en formas de interacción social distintas, y a través
de los medios masivos y de las “máquinas inteligentes”.
Esta
definición presupone un proceso de retroalimentación que excluye toda consideración
del circuito de la comunicación como lineal, y reconoce al público como actor
en la producción de significados.
El
público da sentido a los mensajes a través de la propia subjetividad, de su
inserción en una sociedad y una cultura determinada.
La
información constituye un género de la comunicación. Una teoría sobre la noticia intenta dar cuenta de las diferentes formas
y de los procesos de construcción de la información periodística. La
información permite a los individuos conocerse y conocer su entorno, organizar
su vida en el ámbito privado y participar en la vida pública. La sociedad
accede a la masa de información que refiere a acontecimientos de la realidad
especialmente a través de los medios de comunicación, que seleccionan los acontecimientos
noticiables y los hacen noticia, pero también por la experiencia directa con
los acontecimientos que se constituye en lugar de verificación de los mensajes
recibidos por los medios. En la interpretación operan las representaciones, los
valores, los prejuicios y los discursos de segundo y tercer orden provenientes
de niveles y géneros discursivos de diversa índole.
La noticia en la sociedad del infoentretenimiento
La
tarea de construcción de los acontecimientos para la socialización y la
constitución de la opinión pública implica un alto grado de responsabilidad por
la capacidad de alcance y naturalización de los discursos massmediáticos. La
consigna es posicionarse con ventaja en el mercado, por lo cual la función de
informar al público queda subordinada, ya que el entretenimiento es lo que más
vende.
La
sociedad del infoentretenimiento es un contexto de nuevos horizontes de
expectativa en los individuos, que demuestran una escasa credibilidad en las
instituciones y los partidos políticos, y se enfrentan con graves problemas en
la vida cotidiana. A estos públicos se dirigen los medios más desde la
conmoción que desde la argumentación: predominan las retóricas sensacionalistas
en la cobertura de casos políticos, y la casuística suele organizar las series
de problemas graves en clave narrativizada.
Los
medios ofrecen, gracias al desarrollo tecnológico, el contacto con otras
culturas. En la posibilidad del acercamiento a otros diferentes, en los nuevos
conjuntos simbólicos que ofrecen los medios al conocimiento humano, radica la
exigencia de una noticia diferente, cuya producción exige nuevos saberes.
La noticia y la opinión pública
Los
medios son formadores de opinión en la
sociedad, pero ellos son formados por
la opinión pública. Se podría considerar “como indicador fundamental de los
estados de la opinión pública a los resultados de las encuestas de opinión
pública, de las mediciones de audiencia y de los comicios”. La opinión pública
se constituye a través del “diálogo de ciudadanos con otros ciudadanos o
consigo mismos” a modo de un “trabajo de generación de consensos”. Estas
consideraciones resultan significativas para abordar la relación entre la
noticia periodística y la sociedad, y la jerarquización de los criterios
sustentados por el periodismo en el momento de construir la noticia.
Las
noticias periodísticas son el discurso central y privilegiado para la formación
de la opinión pública. El público procesa los discursos constituyendo una
densidad informativa que cruza los campos de interés, de problemas y de
experiencias, e integra las formas de los imaginarios sociales, que posibilitan
la referencia a un colectivo en el cual los individuos se integran
simbólicamente, y pueden construir una explicación y una posición respecto al
mundo. La información estimula la imaginación social y los imaginarios
estimulan la información, y estos fenómenos se contaminan unos con otros en una
amalgama activa a través de la cual se ejerce poder simbólico.
No
siempre las modalidades del discurso periodístico refieren de manera
transparente a los sentidos vigentes en una sociedad.
Hacer la noticia
Las
sociedades latinoamericanas opinan que los periodistas son aún profesionales
relativamente creíbles, con lo que se diferencian de las sociedades del mundo
desarrollado, que, en los últimos tiempos han manifestado un alto nivel de
desconfianza hacia los “hacedores” de noticias.
El periodista no sólo escribe sino
que construye la información, tarea
en la que se incluye un alto grado de interés y de curiosidad, etapas de
documentación y de búsqueda y verificación de las fuentes, de selección y
valorización del grado de noticiabilidad, y de interpretación del
acontecimiento.
En el periodismo se encuentran en
juego opiniones, representaciones del mundo y de la propia tarea, prejuicios y
adscripciones a un estímulo, un género, una empresa, una ideología
determinados. La noticia periodística comparte con la educación la función de
difusión y consolidación de imaginarios, símbolos, valores y tradiciones.
El
trabajo del periodista se desarrolla en el contexto de sociedades en crisis, de
fuertes transformaciones socioestructurales y en una tensión constante entre
las noticias que producen y el estado de la opinión pública, y en una relación
conflictiva con el poder político y económico.
Este
panorama de riesgo que condiciona en mayor o menor medida el trabajo actual no
exime al periodismo de una evaluación constante de los efectos de su labor, y
de la reflexión sobre el estado de la noticia en relación con las necesidades y
los intereses de la sociedad. El periodista precisa también una actualización
que le permita ver y entender las tendencias que cruzan las sociedades
contemporáneas, los nuevos mapas de problemas, que le exige una tarea constante
de documentación y de manejo de fuentes diversas, y un trabajo sobre el propio
discurso que lo aleje del peligro del binarismo.
Numerosos
trabajos afirman la necesidad de cambios y ajustes en las agendas noticiosas en
términos de favorecer y contribuir al debate público y a la reivindicación del
lugar del ciudadano.
Estudiar la noticia
En
el análisis de la noticia periodística es necesario un trabajo en densidad que
articule tres niveles: el de la construcción de la noticia (centrado en la
tarea de los productores), el del discurso periodístico (centrado en el
mensaje) y el que cruza la noticia con las expectativas y el valor de los
receptores, con los imaginarios sociales y la opinión, y que son atravesados
por el concepto de contrato de lectura.
Capítulo 2: ACONTECIMIENTO Y NOTICIA
La noticia es el suceso
El
pasaje del acontecimiento a la categoría de noticia es la cuestión clave en la
descripción e interpretación de la información massmediatizada.
El
poder de los medios impulsa a los individuos y a las instituciones a buscar
prensa cuando consideran que lo que tiene para decir o lo que les pasa
constituyen un suceso.
Naturaleza del acontecimiento
El
acontecimiento significa una ruptura en cualquier ámbito, privado o público,
que se destaca sobre un fondo uniforme y constituye una diferencia, y se define
por los efectos en el tiempo y en el espacio en los que ocurre. En el
periodismo, el acontecimiento forma parte de una triangulación que incluye al
público y a las fuentes.
Hay
diversas clases de acontecimientos y de noticias. Los procesos de globalización
de las economías y de mundialización de las culturas afectan a las
clasificaciones y jerarquizaciones, y las agendas públicas se han reformulado
en términos de región o de globo, pero también en términos de segmentos de intereses
y necesidades menores pero igualmente significativos y anotes no
identificables.
La
selección y clasificación de los acontecimientos que serán noticia se apoya en
los ejes información-sociedad, en términos de necesidades y expectativas, y de
reconocimiento-realidad, en términos verosímiles que constituyen la realidad
cotidiana, y tiene que ver con los
valores de noticiabilidad de los que se carga en cada situación y en cada
medio en particular.
Qué es una noticia
La
noticia es la divulgación de un suceso, y en muchos manuales sobre teoría del
periodismo aparece como la construcción de lo que sucedió. Ted Turner la
definió como “lo que está sucediendo” (eslogan de CNN).
Se
puede definir la noticia como “la particular construcción del discurso de la
información que narra eventos factuales generalmente públicos”. Como imagen del
presente social, es el relato de un suceso que implica o afecta a individuos de
la sociedad. Si se toman en cuenta los valores que rigen la noticiabilidad, la
noticia puede ser definida como la
construcción de un acontecimiento cuya novedad, imprevisibilidad y efectos
futuros sobre la sociedadlo ubican públicamente
para su reconocimiento.
La frecuencia
diaria (diarios) hace a la noticia la construcción relatada de hechos que han
sucedido en las últimas veinticuatro horas. La noticia televisiva está
presionada por los efectos de la inmediatez, y de la transmisión en directo.
Por eso en televisión, la noticia es el presente de lo que está sucediendo.
Los sistemas clasificatorios de las noticias
Los medios ordenan
las noticias según formas clasificatorias diversas que constituyen las
distintas secciones, fijas en los
diarios, más flexibles en los noticieros televisivos. Las clasificaciones se
hacen según los ámbitos de ocurrencia de los acontecimientos y responden a un
interés común, cuyo discurso y lenguaje más especializados se dirigen a un
público con una competencia y un interés puntuales en ese ámbito.
Al ordenar los
materiales según criterios tipificados, las secciones de los medios arman
recorridos de lecturas posibles, y construyen versiones de una clasificación de
la realidad, responden a la vigencia de determinadas agendas de problemas y al
contrato de lectura que el medio mantiene con su público.
Las secciones de los diarios
Las secciones de
los diarios remiten al sistema clasificatorio de la modernidad.
El protagonismo y
la autonomía de este tipo de secciones ofrecen algunos problemas relativos a la
construcción y ordenamiento de la información, hay noticias que se mueve de una
sección a otra, y no siempre la jerarquización que se hace de la información
responde al lugar que los temas ocupan, sino a la variable conmoción o
escándalo que hace a un hecho más noticiable.
Los desplazamientos
en la jerarquía de ciertas secciones y la necesidad de renovación de sistemas
clasificatorios tradicionales y de la disposición de otros que den cabida a
agendas públicas nuevas ubican el tema de las clasificaciones en un lugar de
urgencia en el debate sobre la noticia, ya que no sólo implican a las mismas
formas de trabajo de construcción de la noticia sino también a las formas de
percepción y reconocimiento de los individuos.
Las clasificaciones en televisión
En la televisión
las clasificaciones son flexibles, pueden abrirse a etiquetas nuevas, o
modificarse por la importancia de temas de “último momento” o de aquellos que,
por su relevancia o gravedad, se imponen en el primer bloque, o por la
dominancia de alguna serie de noticias. Esta modalidad de ordenar la
información intenta atraer la atención del público, y funciona también como
título destacado (permite a la audiencia ubicarse fácilmente en la agenda
propuesta).
Las nuevas tendencias sociales en las agendas de los medios
Un medio moderno se
caracteriza no sólo por sus servicios a la opinión pública en términos de
construir la información de “rutina”, sino también por la introducción de
nuevas problemáticas y tendencias que aparecen en las sociedades. La lectura de
nuevas tendencias depende de la capacidad del periodismo para interpretar la
diversidad de acontecimientos que se producen en el mundo y la aceleración de
las transformaciones.
Las nuevas
tendencias o nuevos problemas (new issues) en las agendas públicas se
constituyen en temas que se resisten a los encasillamientos tradicionales.
Algunos comienzan a constituir zonas fijas en la agenda de los diarios y de la
televisión, y de la sociedad. Esto se corresponde con nuevas necesidades de la opinión pública.
Los supuestos en la noticia
Las noticias de
mayor gravitación en la sociedad constituyen series que se retoman cuando se
producen nuevos hechos, o se incluyen en agendas ya reconocidas. Este fenómeno
favorece la clasificación rápida de un nuevo acontecimiento y facilita su
presentación al público, ya que se lo supone conocido por el público. Y también
permite la habitación de los supuestos
que se manejan en el momento de construir la noticia. Los supuestos remiten a la información recibida con anterioridad por el
público, que estaría archivada en su memoria y sobre la que no sería necesario
volver. El recurso a los supuestos se apoya en el imperativo de la brevedad y
en la preocupación por evitar la redundancia. La tendencia general en los
medios es evitar lo supuestos, aunque tampoco se elige dar información muy obvia.
Sin embargo, hay niveles de supuestos que los medios tendrían que corregir o
discutir. La pregunta en este caso es si se debe suponer que el lector tiene,
por ejemplo, una educación cívica
adecuada para leer correctamente tales temas o si el medio tiene que recordar o
explicar algunos procedimientos.
Se pueden
identificar diferentes niveles de saberes que los medios atribuyen a la
competencia de sus públicos: supuestos
informativos, que tienen que ver con hechos ya difundidos relacionados
con el presente informativo, y por los que se informa sobre algo sin explicar
qué fue lo que provocó la acción que se relata; ofrecen menores posibilidades
de error. Hay también supuestos
históricos, conocimientos que se refieren a hechos del pasado, que se
relacionan con la información del presente. Los supuestos interpretativos apelan al lugar del lector como
interpretador de la noticia, y anulan el eje de construcción, propio del
discurso periodístico. Los supuestos
de relación dejan por sentado que el lector hará las relaciones que el
texto considera pertinentes, aunque la información suministrada pueda no ser
suficiente para ello; los medios suelen desvincular los procesos del nivel
macroestructural donde encuentran su sentido completo.
El estudio de la noticiabilidad
El trabajo con la
gran masa informativa a la que acceden diariamente los medios se inicia con la
verificación de la adecuación de los acontecimientos a los criterios de noticiabilidad.
Un estudio de la noticia, centrado en los criterios de noticiabilidad, incluye varios niveles que remiten a
los procesos de definición, producción, y consumo de la misma: el nivel de los productos, el de los productores, y el de la recepción. Tiene como objetivo analizar
las diferencias que pueden darse entre las concepciones y los sentidos sobre la
noticia y los criterios de noticiabilidad en los públicos y en los productores
de las noticias, y los que aparecen en los productos en el circuito de
comunicación. El abordaje de los productos es primero: da las pautas de análisis.
En la noticia se
estudian las formas en que se legitima y naturaleza como discurso ante la
opinión pública, los criterios de noticiabilidad a los que responde, y bajo qué
clasificación aparece, los sentidos posibles construidos, y la conexión con las
series de representaciones que circulan en la sociedad.
En el nivel de los
productores, se trabaja sobre la concepción de la noticia que dirige su labro;
los criterios implícitos y explícitos de selección y jerarquización que aplican
y los sistemas de construcción de la noticia que manejan, el acceso y
verificación de las fuentes y los efectos de la vinculación con el poder; y el
imaginario con respecto al público, a la realidad y a su tarea en el espacio
público, y los sistemas de análisis y desarrollo de tendencias (new issues) que aplican.
En el nivel de los
públicos, hay que entender a qué llaman noticia y el interés que tienen por
ella, el lugar que ocupa en su vida cotidiana; cómo la leen, y qué relación
establecen entre la jerarquización que plantean los medios y la que ellos hacen
de la realidad y, finalmente, la articulación entre los niveles de comprensión
de la noticia, la propia experiencia y los imaginarios que sustentan.
En el análisis del
producto puede no aparecer alguna información que provea la construcción de
sentido que hacen los receptores y los productores.
Capítulo 3: LAS FUENTES PERIODÍSITCAS
Las fuentes en las rutinas periodísticas
En
cualquier medio periodístico se suele hablar de los criterios de valoración de
las noticias y las etapas de producción en términos de rutinas periodísticas. La posibilidad de que la construcción de la
noticia se organice en una rutina facilita el trabajo y permite enfrentar más
eficazmente una información de último momento.
Hablar
de olfato periodístico para identificar una primicia o acceder a la fuente
confiable es usar una metáfora para referirse al propio trabajo en términos de
experiencia. Cada medio y cada sección tiene una manera de ordenar el trabajo y
un acuerdo acerca de lo que supuestamente el periodista debe hacer y se espera
que haga, con los criterios que indican lo que es publicable (noticiable), y
que forma parte de cualquier organización.
La
disponibilidad de fuentes confiable,
productivas y accesibles son las condiciones básicas para el desempeño de la
tarea periodística. Espacio de lealtades complejas y de “contratos” tácitos,
del medio o individuales de cada persona; hace a la posibilidad de la
exclusividad en un momento determinado. La relación fuente/periodismo está
construida sobre la presunta confianza.
Un
medio no puede trabajar si no tiene información, y por eso los periodistas
cuidan la relación con sus fuentes habituales y ocasionales.
Los acontecimientos y las fuentes
Obtener la información a través del
acceso a las fuentes y verificar su
confiabilidad, son las tareas centrales del periodismo para iniciar la
construcción de la noticia. Las redacciones reciben continuamente aviso e
información sobre la producción de hechos que pueden ser noticia, cuyos
productores, y muchas veces también actores de los acontecimientos mismos, son las fuentes informativas.
Las
principales fuentes de información necesitan del espacio y la difusión que los
medios les permiten en ámbito público. Los públicos necesitan también de las fuentes
de información para acceder a lo que pasa en la realidad, por lo suelen poner
en juego el interés público para instalar un acontecimiento en los medios.
Fuentes de información, públicos y periodistas constituyen la triangulación
básica operativa en la construcción de la noticia.
Los
acontecimientos se inscriben en series de ocurrencia exteriores -en los que los
individuos son ajenos a los orígenes y las modales de ocurrencia al hecho, son
actores pasivos o víctimas de los efectos del acontecimiento, o espectadores; y
son hechos cuyo acceso es sencillo y responde a rutinas de trabajo prescriptas-
e interiores a los individuos –que ubican al periodismo en el lugar de buscar,
negociar, interpretar y verificar el valor u justeza de las fuentes porque al
cruzarse con el ámbito del poder hay un margen más amplio para la manipulación
de datos.
Por
lo general, los medios buscan la singularización en las modalidades de decir
las noticias, en el efecto sorpresa o conmoción, pero no en clases de
acontecimientos sustancialmente diferentes, que serían más difíciles y costosos
de cubrir.
El
hecho de que las agendas temáticas de un medio sean habituales provoca la
recurrencia a fuentes productoras de información también habituales, con lo que
los medios aseguran la “continuidad y homogeneidad a la visión del mundo
presentado”, y colaboran a la naturalización del discurso social establecido, y
también aportan a la economía de la construcción de la información.
La sociedad en la producción y consumo de los
acontecimientos
La
noticia de los medios se inscribe en un proceso comunicacional circular: se
genera en la misma sociedad que la consume.
A
partir de un modelo secuencial de la comunicación masiva con el que intenta
explicar la existencia de la diversidad en los medios, McQuail aborda la conjunción medios-sociedad y presenta la
articulación de los actores en juego en términos de relaciones, presiones y
apuestas. En el análisis de la diversidad
de las fuentes, distingue tres niveles: un primer nivel, el de la sociedad
como fuente, en el que se incluyen los individuos, las instituciones y las
agendas problemáticas de la sociedad, los hechos y comentarios; un segundo
nivel donde operan los “comunicadores originales”, todos aquellos
actores sociales “que pretenden utilizar los canales de comunicación masiva
para llegar a sus audiencias con un mensaje”; y por último, las denominadas fuentes
de información, “los contactos de los periodistas, los voceros oficiales y
otras fuentes, agendas de noticias, etc.”. La diferencia en la intencionalidad
y la función entre los llamados comunicadores originales y las fuentes de
información propiamente dichas radica en que los primeros buscan ser fuente de
información para que sus discursos sean conocidos públicamente, en tanto los últimos
son utilizados como tales, lo quieran explícitamente o no.
La
sociedad como fuente de acontecimientos produce
los hechos noticiable y produce
comentarios y opiniones que originan y se constituyen en nuevos hechos y
nuevas noticias.
Las
noticias son construcciones, mientras que “los hechos no son algo que esté ahí,
inmediato, evidente, pronto a la comunicación sin intermediarios... son efectos
de causas no conocidas” cuyos objetivos e intenciones no siempre aparecen como
evidentes.
Las
funciones de producción y consumo de información que realiza la sociedad ponen
en escena cuestiones relativas a la publicidad y la privacidad de las acciones.
Como se refiere a asuntos de interés público, la noticia exige rastrear en la
privacidad para descubrir aquello que permite comprender los hechos relatados.
La visibilidad se hace un imperativo.
Pero
los límites entre publicidad y privacidad se tornan cada vez más difusos en las
agendas de los medios. Y las formas de exhibir esa privacidad a través del
sensacionalismo y las espectacularización de la realidad ponen en cuestión el
acoso de las fuentes.
Un juego estratégico
El
proceso de construcción de la noticia está sometido a presiones de diversos
grados y orígenes. Según McQuail, en
el centro de las demandas y presiones está la empresa de medios, y sobre ella,
en un primer nivel operan las fuentes, las audiencias, los propietarios y los
anunciantes. Y en un segundo nivel, los inversores, los grupos de presión, el
gobierno y las instituciones políticas y sociales. La construcción de la
noticia se constituye en una labor en la que “los problemas cotidianos sólo
pueden ser manejados, por una parte, con el desarrollo de rutinas de trabajo
que simplifiquen las tareas y las decisiones; y por la otra, con la aplicación
de un conjunto de normas operativas o profesionales, las que suelen guardar
relación con normas de conductas más generales para la vida pública”.
Has
dos instancias de negociación con las fuentes, y que dependen de la jerarquía
de las mismas: la que realiza el medio como empresa, y la que hace el
periodista.
Entre
periodistas y fuentes se establece una relación de (des)confianza, basada en la
necesidad que cada uno tiene del otro, y en la que el periodista debe asegurar
discrecionalidad. Pero la relación entre el periodista y la fuente “es una de
las principales presiones que el periodista recibe en su trabajo cotidiano, y
que en algún punto se articula por oposición con las presiones que el
periodista recibe en su trabajo cotidiano, y que el algún punto se articula por
oposición con las presiones que sufre del editor”.
Esta
relación, marcada por la necesidad, origina situaciones de negociaciones y
conflictos, en mayor o menor grado.
El
periodismo suele tener fuentes habituales para agendas habituales y que
permiten abreviar el tiempo de búsqueda de la información, sin embargo en algún
momento la excesiva dependencia de la fuente puede afectar la confiabilidad de
la información. McQuail establece
que las consecuencias más comunes de una relación tan apretada entre periodista
y fuente son la parcialidad y la “tendencia al desarrollo de vínculos de
colaboración y la asimilación de los periodistas por las fuentes”. La
verificación de la información suministrada por las agendas de los medios sufre
la verificación a cargo de la opinión
pública.
Las
fuentes son poderosas a causa de la información que poseen. El poder oficial
está identificado en las noticias a través de fórmulas como “fuentes
oficiales”, “fuentes del gobierno”, “el vocero presidencial”, “fuentes
jerárquicas”, y el acceso a él suele responder a pautas y canales establecidos
con los medios. Si bien en principio las fuentes pueden provenir de cualquier
parte, en la realidad el acceso tiene que ver con las jerarquías establecidas
en la nación y la sociedad.
El
acceso a las fuentes oficiales
permite la construcción de gran parte de las agendas de un medio.
El
poder de las instituciones oficiales les permite poner en juego, en su función
de fuentes de los medios, estrategias para asegurar su prestigio. Las llamadas
“operaciones de prensa” remiten a tales motivaciones y consisten en desviar la
atención de un hecho, revitalizarlo o encauzarlo con otro sentido, a partir de
otra información accesoria o diferente, y hasta hacerlo desaparecer.
Las
relaciones entre los medios y el poder político pueden tomar la forma de
presiones más o menos sutiles. Lo que está en juego es el poder, y las
negociaciones se hacen en el nivel del staff
periodístico y en el de los estamentos directivos de los medios.
La
pertenencia o la cercanía al poder posibilitan la instalación o información de
acontecimientos de manera rápida y eficiente.
Los
ciudadanos comunes se constituyen en fuente informativa cuando son
protagonistas de hechos que causan conmoción y que pueden derivar en sucesos
futuros, y su adecuación al valor como fuente se mide en relación con el tipo
de agenda problemática a la que remiten. Los individuos comunes recurren a los
medios para canalizar sus denuncias y reclamos, para lo cual han aprendido los
códigos y el manejo de los tiempos televisivos adecuados para ser vistos y
escuchados. Sin embargo, el poder que pueden llegar a obtener es inestable y la
posibilidad de constituir una agenda efectiva es relativa.
El acceso a las fuentes
No
hay noticias sin fuentes.
Ya
que el trabajo periodístico está marcado por plazos acotados, el acceso rápido
y seguro a la información se hace requisito fundamental. Gans señala que las consideraciones que los periodistas hacen sobre
sus fuentes remiten al valor eficacia
ya que disponen sólo de un tiempo corto para recoger la información y deben
lograr obtener la mayor cantidad de noticias correctas del menor número posible
de fuentes tan rápida y fácilmente como sea posible, y al menor costo según el
presupuesto de la empresa.
El
procesamiento de la información no resulta sencillo porque incluye las tareas
de identificación y selección de las fuentes adecuadas, que permiten la
reconstrucción fehaciente de los hechos, y el acceso a ellas. La fuente debe
ser confiable, y estar legitimada
como creíble.
El
procesamiento de los materiales recibidos necesita del reconocimiento de las
condiciones de noticiabilidad, la verificación de la calidad de la información
y la constatación con otras fuentes. Las fuentes tienen que poder asegurar la
continuidad de su función como tales.
Un
esquema que sintetice este proceso podría resumirse así:
acontecimiento/fuente-> periodista->
selección-> verificación-> negociación con las fuentes-> construcción
de la noticia-> nuevas negociaciones con la fuente-> verificación->
construcción de otra noticia (instalación de una serie).
El
periodista tiene organizadas cadenas de fuentes, en las que suele haber una
fuente primaria estable, fuentes secundarias o accesorias, fuentes para la
verificación y fuentes alternativas.
Es
frecuente que las fuentes directamente relacionadas con el hecho no funcionar
como tales, o no quieran adelantar muchos datos.
Se
pueden identificar cuatro condiciones que hacen a las fuentes confiables y
garantizan su acceso al periodismo: los incentivos
que ofrece; el poder de que dispone;
la proximidad geográfica y social a
los periodistas y la capacidad de brindar información
adecuada, que tiene mayor peso, aunque los otros tres factores acentúan esa
capacidad.
La
verificación de la información permite la legitimación del medio como creíble y
serio, y evita las complicaciones de acciones legales por presuntas injurias.
La
información que llega bajo el formato de los números aparenta un grado de
seriedad y verosimilitud sobre lo que a veces se construye una noticia
cuestionable o parcial y hasta inexacta.
Tipos de fuentes
La
posibilidad de tipificar las fuentes está en directa relación con lo que Gans denomina el criterio de adecuación, en términos de noticiabilidad, de la
información producida por las fuentes disponibles, y que se traduce en un
conjunto de cualidades como adecuación en el pasado: productividad,
confiabilidad, honradez, autoridad, corrección e inteligibilidad. Si la
información es clara, comprensible e interesante, y si es fácilmente
verificable requiere menor trabajo de procesamiento, es una fuente
“productiva”. Unida a la productividad está la confiabilidad que exige un menor
nivel de verificaciones, y que provee información verídica. Los periodistas no
suelen inclinarse a confiar en la declamación de honestidad de las fuentes, ya
que consideran que pueden actuar movidas por intereses particulares que desvían
su nivel de veracidad.
Junto
con estos criterios, el que remita al nivel de autoridad de la fuente se presenta como central: el periodismo
suele privilegiar las fuentes a las que se reconoce autoridad en su cambo o que
están investidas de autoridad. La corrección
e inteligibilidad hacen a una fuente
adecuada.
McQuail, Wolf, van Dijk y Gans, entre otros, distinguen entre fuentes en sentido estricto, o fuentes
de primer orden, y las fuentes de segundo
orden, las agencias de noticias y los otros medios.
Las
fuentes de primer orden incluyen a los individuos e instituciones que producen
o permiten el acceso a la información. Las agencias de noticias pueden
considerarse como fuentes de segundo orden en la medida en que, a través de sus
fuentes particulares, acceden a los acontecimientos, los seleccionan y los
construyen bajo el formato del cable noticioso, que se constituye en fuente de
información.
Se
puede distinguir también entre fuentes
oficiales y extraoficiales. Las oficiales son las que se identifican con
los responsables directos de una institución pública o privada y hacen al
efecto de credibilidad de la noticia. Por oposición, están las fuentes extraoficiales, cuya legitimidad es más
dudosa, pero que permiten el acceso a la información no confirmada de manera
oficial y que alimentan la información. Las fuentes extraoficiales posibilitan también la investigación periodística y
el registro de sucesos que algún sector de poder intenta disimular.
La
información off the record puede
provenir de fuentes oficiales o cercanas a las oficiales, y en general se
entiende por ello que la información entregada es confidencial y no publicable.
La noticia que incluye referencias a fuentes off the record plantea la relación con el público desde el acuerdo
de confiabilidad que el medio ya ha establecido con él.
Se
puede hablar también de fuentes
personalizadas, que permiten la verosimilitud derivada del poder del
testimonio y de la cercanía con el hecho, y fuentes
no personalizadas o cuasi anónimas.
Las agencias de noticias
Las
agencias de noticias son fuentes de segundo orden porque aportan
acontecimientos seleccionados e interpretados, y redactados en forma de cables.
Facilitan una versión de los acontecimientos, en un formato peculiar, con
cabeza de presentación, escaso contexto y sin retóricas accesorias.
La
mención de las agencias tradicionalmente reconocidas contribuye al efecto de
verosimilitud de la noticia y a la legitimidad de la producción periodística.
La legitimación de la información que proviene de las agencias de noticias
suele no ponerse en duda. Por su legitimidad como fuentes confiables favorecen
la naturalización y difusión de un cierto tipo de imágenes sobre la realidad.
Las fuentes en los procesos de legitimación de la
noticia
La
información verosímil y confiable legitima la agencia de noticias de un medio,
y ubica al periodista que tiene buenas fuentes en el lugar de voz autorizada,
razón por la cual la prensa gráfica seria explicita sus fuentes. El televisión,
las imágenes se encargan de producir el sentido de legitimidad con la fuerza
del testimonio: la cámara muestra los acontecimientos y la imagen se presenta
como el acontecimiento mismo. De allí que las noticias no necesitan remitir a
sus fuentes. Así como las fuentes creíbles permiten a la prensa escrita el
valor testimonial, ese valor es encarnado en la televisión por la cámara que expone
la visibilidad de las fuentes.
Las fuentes permiten la construcción de un espacio
referencial percibido por el lector como actual
y, al mismo tiempo, como real.
Capítulo 4: EL ESTUDIO DE LA NOTICIABILIDAD
Los estudios sobre el proceso productivo
Los
estudios sobre la construcción de la noticia señalan el paso de las teorías
centradas en el mensaje periodístico y en sus efectos sobre los públicos al de
las investigaciones que colocan como objeto
el proceso de producción y la labor de los emisores. En la actualidad, el
resultado de las investigaciones ofrece formulaciones teóricas en dos
direcciones: la sociología de las profesiones, dedicada al análisis de los
emisores en su inserción en la profesión y en su relación con la sociedad; y
los estudios que analizan la lógica de los procesos con la que se produce la
comunicación de masas y el tipo de organización del trabajo en el que tiene
lugar la construcción de los mensajes.
El estudio de los procesos
productivos que hacen al pasaje del acontecimiento a la noticia incluye dos
etapas, cronológicamente diferenciadas en las investigaciones: la primera
centrada exclusivamente en la sección de la información, gatekeeping -cuidado del acceso-, y la actual, que abarca el
proceso productivo completo, identificada como newsmaking-construcción de la noticia.
Los primeros estudios basados en el gatekeeping
Hacia 1950, David White decidió
aplicar al estudio de la práctica productiva el concepto de gatekeeping, acuñado por Kart Lewin en 1947 en el campo de la psicología. Este concepto investiga
la manera irregular en que las informaciones circulan y se encuentran sometidas
a distancias que las demoran o traban en algún punto de la cadena
comunicacional, y la fluidez con que circulan luego aquellas que consiguen pasar
la barrera. En el campo del
periodismo, White utilizó el
concepto para estudiar el desarrollo de la afluencia de noticias a los canales
organizativos de los aparatos de información, y sobre todo para determinar los
puntos que funcionan como porterías, que determinan si la información pasa o es
descartada. La investigación sobre el gatekeeping
se centró en la relación entre los contenidos publicados en los diarios y el
proceso de filtrado de la información. Estableció dos hipótesis: los
acontecimientos no acceden a la categoría noticia porque no reúnen las
condiciones para serlo (no tienen relevancia), y porque son redundantes. Las
investigaciones explicaron los resultados de la selección a partir de los
efectos y la presión que la institución periodística imponía a sus empleados y
que se traducía en una distorsión
voluntariade la información.
La tarea del
gatekeeper, evitar que se filtre la información indeseada, ha sido considerada
una actividad que manipula y recorta la libertad de información. La tarea de
selección es un proceso jerárquicamente ordenado y vinculado a una extensa red
de feedback. La tarea de gatekeeping está bajo la influencia de los valores del
mismo gatekeeper y de los valores de la sala de redacción y de la audiencia.
Las investigaciones
no explicaron todas las etapas y modos del proceso productivo, y no tuvieron en
cuenta a la sociedad como caja de resonancia, en términos de intereses y
expectativas.
La construcción de la noticia o el newsmaking
Las hipótesis de una distorsión consciente
de la información resultaron insuficientes para explicar todas las formas de
producción de la noticia, y las investigaciones fueron planteando la viabilidad
del pasaje al reconocimiento de que en todo trabajo periodístico se produce además una “distorsión involuntaria”
directamente relacionada con lo que se denominan rutinas de producción y con
los calores e imaginarios periodísticos, que se comparten entre colegas y con
las instituciones. Las noticias serían el producto de la selección y el control
y de las formas de procesamiento que corresponden a instrucciones de la empresa
y a actitudes y valores conmensurados o al
menos aceptados y de la articulación de prejuicios, valores compartidos
con el medio y con la sociedad, representaciones del propio trabajo y que están
implícitos.
Esta nueva etapa de las investigaciones, que recibe el nombre de estudio
sobre el newsmaking o construcción de la noticia suprime la simplificación de
las explicaciones de una tarea compleja, y permite herramientas útiles para
analizar la relación entre la imagen de la realidad social que construyen los
medios, la organización y producción rutinaria de los aparatos periodísticos y
los sentidos sociales.
Esta elaboración
teórica incluye la descripción, interpretación y sistematización de la tarea
periodística en el interior de los propios medios. Tales investigaciones
estudiaron las organizaciones noticiosas como instituciones complejas, y se
sustentaron en una focalización política y aportaron a una cuestión epistemológicamente
clave: cómo las empresas de noticias llegan a conocer lo que conocen.
Las rutinas de producción
El trabajo periodístico se
desarrolla en tiempo real. Su objeto, la construcción de la información de
interés público, responde idealmente a la agenda de veinticuatro horas, que se
relaciona con la agenda diaria de las actividades de la sociedad y permite la
definición de la noticia como relato de lo que sucedió. A la presión del
tiempo se una la complejidad de la propia práctica. Se trata de un trabajo cuyos tiempos resultan
insuficientes, y necesita una organización y una coordinación afinadas basadas
en prácticas rutinarias, con la flexibilidad necesaria para ocuparse de sucesos
extraordinarios, imprevisibles o extratemporáneos. La naturalización de un
discurso sobre el mundo se basa en un acuerdo o consenso (real o aparente)
acerca de la realidad, de los imaginarios sobre la sociedad y sobre el propio
trabajo y de los valores, que hace a la selección y clasificación y a las
maneras en que se la interpreta y se construyen las agendas y las noticias.
Incidencia del gatekeeping en la construcción de la noticia
Las investigaciones
sobre la construcción de la noticia abarcan fundamentalmente las formas en que
se organizan y se producen las noticias y su relación con la cultura
profesional. Ante la enorme cantidad de acontecimientos que aparecen día a día,
los medios tienen que poder trabajar de manera eficaz para lograr que las
noticias construidas sean reconocidas como tales, reciban un tratamiento formal
común a todas, y respondan a una planificación adecuada del trabajo.
La tarea de selección de la
información sigue siendo objeto de estudio, porque es una de las etapas
primeras de lo que se denomina newsmaking. Se considera que éste exige y
articula dos instancias, la selección de la información, a través del
reconocimiento de los valores que hacen noticiable a un acontecimiento, y su
conexión con las fuentes, y la verificación, ampliación, es decir, la forma en
que esos valores que marcan el hecho son procesados en la noticia. La
clasificación y jerarquización que se hace del material publicable y las
modalidades de la enunciación que organizan la noticia como discurso están en
directa relación con los criterios de noticiabilidad.
Se trata de distinguir en el
conjunto de la tarea productiva los valores que hacen noticiable un
acontecimiento y el significado que tales valores adquiere en una sala de
redacción, en interrelación con las expectativas y las series interpretativas
de la sociedad y los estados de la opinión pública.
Shoemaker establece que todo estudio
de selección sobre la tarea de selección de la información debe atender a tres
niveles: el individual, que incluye “Los valores y modelos de autoridad e
influencia” que pesan sobre aquel que elige; el de las rutinas de trabajo,
donde se estudian “los puntos de decisión y los estándares” que permiten
observar, y el nivel organizacional-institucional extramediático, que remite a
la circulación del “flujo de noticias a través de las organizaciones”.
Al analizar a los gatekeepers
individualmente, se deben considerar los aspectos cognitivos implicados; las
conductas que traducen las decisiones prácticas y se relacionan con la cualidad
de consumidor en que la situación coloca al gatekeeper. Debe
comparar ciertos mensajes, para luego venderlos como adecuados y confiables. En este nivel se consideran también
las características personales, las concepciones del papel del periodista,
competencias, sistemas de valores y experiencias. Las diferentes ideas acerca del
papel del periodista en la sociedad plantean la posibilidad de que el
gatekeeper se considere neutral con respecto a la información, y recurra a los
valores y reglas establecidos por el medio, y se aleje de su propia
subjetividad, o a la posibilidad de que se involucre con la información para
promoverla, cuando considere que un tema es relevante y poseedor de una carga
fuerte de impacto sobre la sociedad.
Las rutinas
comunicacionales se distinguen por su operatividad y permiten una tipificación
de las noticias que Tuchman organiza como noticias blandas, noticias
duras, noticias breves, noticias que se desarrollan y noticias que se
continúan.
En el nivel de las
instituciones extramediáticas se analizan los valores y creencias sustentados
por el conjunto de instituciones de la sociedad y por la opinión pública en
general. Se consideran tanto la valorización como el poder de las fuentes, las
expectativas de los públicos, y las presiones de las lógicas del mercado,
gobierno, instituciones y otros medios de comunicación.
En un medio, la
tarea de gatekeeper es compartida por varios y diversos individuos.
Éstos al decidir qué quieren que se haga público y que no, o enviar la
información en crudo, están haciendo una selección previa de los
acontecimientos.
La
etapa y la tarea de selección de la información se ha constituido en el centro
de las disputas sobre la manipulación de la información. El periodista tiene
que, como abogado de la sociedad, pelear por imponer los temas y problemas que
señalan los desequilibrios y las raíces de los conflictos sociales, como
moverse según su grado de profesionalidad, que incluiría la capacidad de ser
objetivo.
Los criterios de noticiabilidad
Los criterios de noticiabilidad permiten al
periodismo identificar la densidad significativa de los acontecimientos.
El pasaje de la categoría
acontecimiento a la categoría noticia es el resultado de un trabajo en
producción cuyo primer paso consiste en la aplicación discrecional de los
criterios de noticiabilidad establecidos por el medio, que tienen su anclaje en
la cultura de la sociedad y se relacionan con los sistemas clasificatorios y
las agendas temáticas habituales del medio, se encuadran en la política
editorial sustentada, y remiten a una concepción determinada de la práctica
profesional.
La noticiabilidad se trata de
una negociación que implica varios niveles y en la que operan las relaciones
entre el medio, los periodistas y la opinión pública. El medio tiene
que poder organizar de manera tal sus rutinas como para que las diferencias en
un principio puedan ser salvadas con rapidez.
Los criterios de
noticiabilidad constituyen un conjunto de condiciones y valores
que se atribuyen a los acontecimientos. Al ser formulaciones
pragmáticas, modalidades organizativas del trabajo cotidiano, tienen que ser
claros y distintos, útiles en el proceso de producción corriente y en los
momentos críticos.
Para la elaboración de estos
criterios, los medios evalúan el valor de la noticia como información práctica,
como impacto emocional y como formadora de la opinión pública. Estos rasgos
apuntan a la concepción de la noticia como un servicio público, que construye
los datos que necesita la sociedad en su vida cotidiana; a la conmoción y
también a la empatía entre la construcción periodística y el público, que hace
a la noticia más cercana y creíble, y al papel jerarquizante de los medios en
relación con los asuntos públicos.
Los valores-noticia resumen
criterios que actúan relacionados. Su aplicación afecta el nivel de las agendas
temáticas de los medios y también el nivel de las agendas atributivas.
Tal como señala Wolf, los
valores-noticia actúan difusamente, hasta transformarse en criterios de
relevancia aplicados implícitamente por los mismos lectores.
Los criterios de noticiabilidad
varían en el tiempo y según las transformaciones socioculturales.
Identificación de los criterios habituales de noticiabilidad
Los valores-noticia
componentes de la noticiabilidad de un acontecimiento, son las cualidades
significativas que construyen su relevancia. Las noticias carecen de
valor si no se ocupan de los temas significativos de la actualidad y de lo que
realmente sucede, por eso la relevancia se constituye en el término clave para
evaluar la calidad de la selección de las noticias.
La cuestión de la relevancia o
cualidades de noticiabilidad que operan en el pasaje del acontecimiento a la
noticia exige formas de verificación de su adecuación a las necesidades de
información de una sociedad, independientemente del trabajo de verificación y corrección
realizado en el mismo medio.
Un acontecimiento es noticia por su valor
informativo. En este sentido la noticia puede referirse tanto a grandes
colectivos sociales (nación, regiones), como a personajes representativos o
jerarquizados por diversas razones, o a individuos comunes.
Para sistematizar los diferentes
criterios se puede recurrir a dos variables básicas, el efecto del
acontecimiento sobre la sociedad y sobre otros medios en términos de
transformaciones, y la cualidad del acontecimiento en términos de
trabajo periodístico y de percepción por los sujetos sociales.
Según los efectos que un
acontecimiento puede tener sobre la sociedad, los valores-noticia más
importantes son:
‣
Novedad, que es la marca que define la noticia porque es
“índice de la variación en el sistema”, que implica la existencia del hecho
como ruptura.
‣
Originalidad, imprevisibilidad e ineditismo, que refuerzan la
marca de novedad de un hecho, permiten su énfasis, apelan a la curiosidad
que pueda despertar y a la inquietud que provoca. Los hechos
imprevisibles operan con fuerza en los imaginarios sociales, propician el
surgimiento de significaciones asociadas a la inseguridad y la amenaza.
‣
Evolución futura de los acontecimientos, marca la
significatividad que el acontecimiento adquiere respecto de las expectativas en
la sociedad. Además, una noticia es más noticia si se puede seguir construyendo
información a partir de ella durante varios días.
‣
Importancia y gravedad, que se mide en varios niveles,
y el central es la incidencia sobre la vida de la sociedad, en términos
presentes o futuros, y en términos relativos de conmoción. Aquí se incluyen las
formas de articulación con el impacto sobre la nación y sobre el interés
nacional, o sobre el interés local. Siempre la noticia local ha resultado más
interesante para el público porque construye el sentido de su cotidianeidad.
Este valor se explica a través de otros valores como la cantidad y jerarquía de las personas implicadas
en el hecho, la proximidad de ocurrencia, y las consecuencias
implicadas.
‣
Proximidad geográfica del hecho a la sociedad, que se conecta con
los centros de interés del público. Cuanto más cerca del público ocurre el
hecho, más noticiable resulta. También se enlaza con lo local y, en el caso de
la información televisiva, las imágenes golpean por el reconocimiento posible.
Ese valor se asocia con la cantidad de personas implicadas.
‣
Magnitud por la cantidad de personas o lugares implicados, que se conecta con
la potencial implicación del público al que la noticia va dirigida, e implica
su gravedad. El modelo de diario popular sensacionalista se maneja
habitualmente con el grado de noticiabilidad que remite a la cantidad de
personas implicadas y la proximidad geográfica del acontecimiento, con lo que
ratifica un contrato en términos de cercanía.
‣
Jerarquía de los personajes implicados, que apela a las
apariciones o la presencia pública de personajes conocidos que son noticia.
Pero también adquieren valor de noticiabilidad los hechos protagonizados por
personajes comunes, que pueden referir a colectivos o grupos cercanos al
interés o la simpatía del público: se trata de hechos que provocan un
sentimiento de empatía con los personajes o situaciones implicadas, o que
irrumpen con el dato grave e imprevisible, o que permiten al periodista la nota
de interés humano o de color.
‣
Inclusión de desplazamientos, que trata de movimientos o
agrupaciones significativas, cambios de lugar o de posición, y trayectorias que
permiten efectos diversos sobre la sociedad. Son hechos anunciados, previstos,
con una organización detrás, y resultan más fácilmente abordables, y son
adecuados para la televisión, por su carácter visible, notorio y espectacular.
Presentan las ventajas que se prolongan en el tiempo, y permiten la instalación
de series, provocan resultados casi inmediatos, forman parte de las rutinas
informativas y de lo que podría llamarse la “normalidad informativa”.
Según las cualidades que el acontecimiento presenta en relación
con los procesos productivos, los criterios más importantes son:
û La comprensión e
inteligibilidad de un acontecimiento impiden la confusión. Además, dan respetabilidad
a los diarios, y corresponden a los modelos informativo-interpretativo de la
prensa gráfica.
û La credibilidad construye un dato
confiable, por lo que un suceso poco verosímil puede legitimarse si la fuente
goza de reconocimiento público.
û La brevedad consiste en la
posibilidad de construir una noticia en pocas líneas o al menos de manera
directa.
û La periodicidad facilita la labor
periodística, ya que los hechos que son habituales y tienen una aparición
periódica en los medios son más fáciles de construir y también de interpretar
por el público que los consume. Posibilitan una cobertura sustentada en lo
conocido y dominada por la función del periodista como denunciante de una serie
de hechos o como consejero de la población. Permite formular series
acumulativas o noticias cíclicas, y en un extremo de este tipo de
construcciones se encuentran las “leyendas urbanas”, que son narraciones de
hechos a los que falta tanto una fuente como una verificación, pero que son
ricas en detalles, y se sitúan cerca de series de acontecimientos que
preocupan, apasionan y se comprueban, y que instalan creencias a cuyo alrededor
se forman oleadas de pánico colectivo, denuncias, procesos.
û La exclusividad o la primicia es uno
de los grandes desafíos del periodismo. Implica la capacidad para contactar
fuentes legítimas y privilegiadas y para leer de manera productiva los hechos
en la realidad.
û La noticia como
resultado de una ideología de la información refiere a una concepción de la
información entendida como lo más novedoso, pero también lo más conmocionante y
terrible. Remite al hecho de que las malas noticias son las buenas noticias
(bad news is good news), porque permiten la construcción en términos de color o
de sensacionalismo.
Estos valores suelen funcionar en conjunto, y no todos
son imprescindibles para que un acontecimiento se transforme en noticia. El
reconocimiento de que deben ser publicados facilita el trabajo periodístico, la
selección está implícita en las rutinas de trabajo, en todo caso se elige dónde
ubicarlos y cómo presentarlos, para lo cual se acude a los valores-noticia que
representan.
La
validación de la selección
Los periodistas consideran que su
labor es acertada si coinciden en su selección de los hechos con la selección
realizada por otros medios. Tienden también a pensar que han acertado si los
hechos que se transformaron en noticia repercuten en otros hechos, tienen
continuidad en una serie noticiosa o en otras noticias como opiniones. Y cuanto
más coincidan los medios en la selección de la misma información, mayor será su
efecto sobre la opinión pública.
El
alcance de la noticiabilidad
El énfasis con que el periodismo
destaca los valores-noticia, la inclusión en la tapa, titulares grandes,
recuadros o infografías, en el caso de la prensa gráfica, o los avances que
interrumpen un programa, los gestos y la acentuación que utiliza el presentador
de las noticias en la televisión o la música que anticipa la primicia, permiten
la legitimación del proceso de selección y construcción del discurso
periodístico. El periodista y
el medio metacomunican a su público su capacidad de reconocer lo que es
importante y de interés, lo que alcanza relevancia para la sociedad, y su
competencia para ponerlo a su disposición.
Hay dos grandes tipos de noticias, las que informan
puntualmente un hecho y su función social se agota en el mismo acto de la
comunicación, y las que se instituyen en modo de serie y se publican durante un
cierto tiempo y luego desaparecen. Las primeras pueden ser inicio de serie pero
su sentido como relato de hecho no depende de ello. Las segundas, directamente
hablan de un acontecimiento que necesita de más noticias sucesivas para obtener
un sentido completo.
Trabajar exclusivamente desde la
perspectiva de la originalidad y la conmoción lleva a descuidar los procesos de
cognición de los públicos y su necesidad de articular con sentido los datos
sobre la realidad social. Las historias que no se cierran no cierran en el
sentido de los individuos, instalan la sensación de una realidad atravesada por
la fragmentación y la inconsistencia. Pero fundamentalmente colaboran a la
naturalización de una participación
reducida e incompleta de la ciudadanía en los asuntos de interés público.
El trabajo periodístico elabora
datos, información bajo el formato de noticias, y es justamente la calidad de
noticia la que permite establecer el circuito de comunicación con y entre la
sociedad. A partir de este reconocimiento, la construcción de las noticias
debería considerarse un trabajo sobre los valores y los significados por la
cohesión y la coherencia.
Capítulo 5: MODALIDADES DISCURSIVAS DE LA NOTICIA
La noticia, construcción de la realidad
La noticia periodística es una construcción de la
realidad que existe en función de que la comunicación permite disponer de un
mecanismo de relación o interacción entre los individuos. Esta
definición se constituye en punto de partida del análisis discursivo de la
noticia, y desarma la hipótesis de la objetividad periodística. Si los periodistas tienen un rol
socialmente legitimado e institucionalizado para construir la realidad social
como realidad política y socialmente relevante, es natural que realicen
operaciones para reafirmarlo.
Esto implica que la comunicación no es un proceso lineal, y que incluye de
modo necesario la labor de los públicos en su interacción con los mensajes de
los medios. Este proceso de producción, circulación y reconocimiento implica
también el consenso que la sociedad otorga a los medios como soporte
comunicacional que construye y difunde sentido sobre el mundo. A partir de este
reconocimiento, se puede hablar de otra figura, que reúne a públicos y textos
periodísticos, el contrato de lectura o contrato mediático. Los
periodistas prefieren hablar de target o perfil de su receptor.
En el nivel del discurso, se articulan las categorías del enunciador,
que da cuenta del relato informativo, el enunciado, el mensaje, y el enunciatario,
destinatario del mensaje. El texto se constituye en el lugar de pasaje que
soporta la circulación social de los significados, trabaja en diversos niveles,
a modo de red, y es capaz de producir una variedad de significados de acuerdo
con la experiencia sociocultural del lector. La noticia periodística, que es un
tipo genérico de texto que da cuenta cotidianamente lo que ocurre en el
mundo, cobra sentido en la sociedad porque se aceptan como erales los
acontecimientos que construye. El discurso en el que creemos es aquel cuyas
descripciones postulamos como las más próximas a las descripciones que nosotros
hubiéramos hecho del acontecimiento si hubiéramos tenido de éste una
experiencia real. El sentido de
credibilidad de un discurso periodístico se cruza con otras series de
verosímiles culturalmente compartidas que permiten su legitimación.
Discurso periodístico: el verosímil construido
La noticia es un discurso
verosímil. Todo texto verosímil se define por su negación, es lo que parece
real, lo que sin ser verdadero, sería el discurso que se asemeja a lo real.
Atravesada por la variable temporal, la verosimilitud de un texto depende de
los significados de verdad en una cultura determinada, y de las reglas del
género. Por su efecto, se produce la coincidencia de un texto particular con
otro texto que se constituye en el cruce entre la opinión pública y las
representaciones sociales. Este sentido se ocupa de mantener la relación con
sus lectores a través de un discurso conocido. Categoría que apela a una
identidad de juicios sobre el texto entre el autor y el lector, o al menos
aspira a lograrla, opera sobre registros ideológicos y formales: religiosos,
políticos y científicos. Se origina en el efecto de similitud, que conecta a
cada noticia con una agenda de noticias ya leídas e interpretadas como
verosímiles, con el imaginario del lector y con la historia misma de la
comunidad a la que él pertenece. La organización de las agendas temáticas y
clasificatorias, las retóricas exigidas a cada tipo de noticias, y los valores
que hacen a un hecho noticiable remiten al propósito de mostrar algo como
verdadero.
La verosimilitud en el
discurso periodístico está sujeta a variaciones relativas a la historia y a la
cultura. La serialización de la información contribuye a su reconocimiento como
verosímil: el proceso que naturaliza un tipo de hechos lo instala como reales.
Cuando el enunciatario
experimenta extrañeza ante una noticia que interpreta como verosímil se produce
una falta de confianza que puede extenderse al contrato de lectura mismo. Una
puesta en acto del género implica justificaciones relacionadas con las
competencias supuestas en el enunciatario, y de esta manera el texto se conecta
en términos de sentido, con sus lectores.
El contrato de lectura
El contrato de lectura
permite el estudio de la producción y circulación de los mensajes en términos
de densidad significativa. El contrato de lectura, un lazo en el
tiempo entre un medio y su receptor, implica las modalidades de decir un
texto. Se lo puede explicar como un acuerdo estrictamente delimitado por cómo
un texto periodístico construye la información, y cómo se significa como
verosímil.
Las modalidades que se
usan y reconocen como adecuadas y legítimas para decir la noticia responden a
una visión del mundo, por lo que el contrato se sustenta en una coincidencia
ideológica.
El contrato en la prensa gráfica
En el caso de los diarios,
el contrato incluye desde el nombre, el formato y la tipografía, la
presentación en la tapa, la diagramación y la ilustración; el nivel de lengua,
el recurso de la deixis, las metáforas y comparaciones, los destacados, y los
sistemas clasificatorios de las noticias en agendas temáticas diferentes. Se
asume que el lector incluye en sus hábitos de consumo y en sus expectativas la
lectura de las noticias construidas de una manera determinada.
La noción de contrato
enfatiza sobre las condiciones de “construcción del lazo que une en el tiempo
un medio y sus consumidores”, y que debe conservarse, mejorarse y evolucionar,
ya que su objetivo es “construir y preservar los cabitos de consumo”. Se trata
de una relación delicada, que puede romperse si se alteran las cláusulas del
acuerdo, si el diario cambia parcial o totalmente sus modalidades de decir. Es
un lazo más estable en la gráfica que en la televisión.
Modalidades de decir la noticia en la prensa gráfica
En los diarios, las
modalidades de decir responden a las diferentes agendas temáticas y
clasificatorias, que organizan el significado de la lectura de las noticias.
Según Wanta, los diarios pueden demostrar “el significado que le otorgan
a una historia determinada a través del énfasis y la significatividad. Los
lectores, por ejemplo, saben que las noticias largas son más importantes que
las cortas. De manera similar, los lectores entienden que hay otros factores
que indican la importancia relativa de las noticias: noticias con fotografías
versus noticias sin fotografías; amplios titulares versus pequeños titulares;
primera plana versus contratapa; la parte superior de la página versus la parte
inferior”.
El uso de códigos
lingüísticos es uno de los elementos más significativos en las modalidades de
enunciación de los diarios. El nivel estándar de la lengua garantiza una
comunicación fluida.
El discurso periodístico
aparece como impersonal, “debido a que no lo produce y expresa un único
individuo, sino organizaciones institucionalizadas”, y porque remite al
verosímil de la objetividad. La primera persona sólo aparece en las menciones a
las fuentes, e n una forma de estilo referido.
Las deixis contextualizan y dan sentido de “verdad”.
La deixis espacio-temporal permite la crónica y remite al mundo real a través
de la explicación del lugar y la datación. La deixis socio-cultural,
constituida por las referencias a personajes públicos, lugares de moda, libros
o teorías, formas de vestir y moverse de los actores de las notas, aporta al
efecto de reconocimiento, y posibilita.
El material ilustrativo se
constituye cada vez más en el punto de anclaje para la atención del lector. Las
fotografías adquieren un valor significante en la construcción del verosímil.
Ha cobrado importancia el epígrafe de la foto, ya que allí se fija, luego de
los titulares, la atención del lector. Las notas acompañadas de material
fotográfico jerarquizan el tema como relevante.
A este conjunto se agrega
la significación de las infografías, que ya son una forma discursiva habitual
en los medios. Su valor es completar la información brindada por el texto
escrito o sintetizarla, y ponen al lector en contacto con la información de una
manera directa.
Los estilos en la noticia gráfica
El texto periodístico no hace uso de un único estilo,
sino que cruza formas informativas, narrativas y argumentativas.
Los estilos responden a los tipos de agenda y a las secciones y también a los
criterios de noticiabilidad implicados en una noticia.
Un
texto informativo da el relato de los hechos, evita descripciones
secundarias y secuencias laterales, y recurre a estrategias de legitimación,
como la referencia a fuentes oficiales o jerarquizadas, que permiten al lector
el anclaje de la credibilidad. Puede incluir otros discursos a través del
estilo directo o la reconstrucción de declaraciones de los actores involucrados
en los hechos y que reafirman el efecto de realidad.
La
forma narrativa es una manera de acercarse más al lector. Apela a las
anécdotas, secuencias laterales, descripciones, y notas de color. El uso del
estilo narrativo, más propio de las noticias sobre la vida cotidiana y el
delito, incluye la descripción que contribuye a la verosimilitud, y que subraya
la fuerza del referente.
El
texto argumentativo busca persuadir, y apelar a la capacidad de
razonamiento del lector, e intenta convencer (argumentación racional) o
conmover (argumentación emocional). Esta última es típica del periodismo de
corte sensacionalista, y aparece como una tendencia fuerte en secciones de
información general de los diarios.
El
estilo argumentativo suele cruzarse con los estilos informativo y
narrativo.
Es difícil identificar un
estilo único en las noticias de la prensa gráfica. La necesidad de un
acercamiento mayor a los lectores ha ido produciendo transformaciones
significativas en las modalidades estilísticas de los diarios. La pureza de
las formas de decir en una nota no siempre es posible.
La televisión: una relación contractual compleja
El contrato de lectura de
los programas de información periodística en la televisión depende de su
especificidad, la imagen y el sonido en el eje de la instantaneidad. Es una construcción marcada por la
fugacidad. La televisión reúne verdaderas ofertas de género y diferentes
modalidades de decir, y de consumo. La singularidad del diario es la de
ser básicamente un medio informativo, la televisión es un medio de
entretenimiento, hecho que desarma el concepto de contrato de lectura en su
formulación original, y obliga a identificar los rasgos propios.
Si se considera la oferta
de la televisión por aire, una televisión generalista, se constata que la
información periodística constituye casi un género menor en el conjunto de la programación.
El contrato entre noticia y audiencia se inscribe en la posibilidad de la
televisión de llegar a una gran cantidad de público, sin un costo adicional. El
rasgo que diferencia el contrato de lectura del medio televisivo del de la
gráfica es justamente el carácter masivo de la televisión.
Resulta difícil plantear
que el contrato entre audiencia y texto informativo se inscribe en la relación
entre esa audiencia y el canal que emite la información (incluso la
segmentación de audiencias dificulta la identificación de contratos con una
determinada emisora). Los contratos son parciales, ya que se basan en un género,
un programa determinado, un estilo dentro de un género, un segmento
horario, o en la figura protagónica. Las emisoras jerarquizan los géneros y
modalidades según los segmentos horarios. El número de emisoras y la
superposición de programas que son apuestas fuertes en un mismo horario, en
especial en horario central (prime time), dificulta también el
establecimiento de una categorización de los contratos.
La realidad construida en
el noticiero ofrece diferentes grados de ruptura (acontecimientos), y
diferentes valores de noticiabilidad que rearman de manera constante con los
textos informativos. Los noticieros vespertinos (7 de la tarde) cubren temas de
“interés general” y acuden a la “noticia
de color” como modalidad estilística privilegiada, y los noticieros de la noche
(20 horas y medianoche) se centran en las agendas políticas y económicas
fundamentalmente.
Estrategias de construcción de la noticia en televisión
Las propuestas
contractuales de los noticieros televisivos se basan en la seriedad, en mostrar
los resultados de la investigación periodística, sinónimo de compromiso con la
audiencia y garantías de veracidad y objetividad (el verosímil
construido), de servicio (el público necesita estar informado), y de transparencia
(la cámara no miente). Como la televisión trabaja en tiempo real, la primera
apuesta se sustenta en las modalidades que hacen al efecto de instantaneidad
a través del directo. Así se construye el periodista arquetípico, que está “en
el lugar de los hechos”, observa, interpela, y transmite sus impresiones tanto
con palabras como con gestos. Y dispone de la cámara, que viabiliza la
primicia. Se articulan los efectos de la objetividad con la capacidad de
la hiperinformación, que asegura el panorama del mundo entero. La
televisión “dice” mostrar todo y a tiempo. El directo “valora el acontecimiento
pero no la información. Transforma al público en periodista, lo cual tampoco
parece ser ideal”, porque la noticia es construcción singular que el periodismo
hace sobre un hecho.
La imagen reúne
el escenario con los personajes, los testimonios y hasta las consecuencias. La
cámara es testigo y lleva la escena hasta la audiencia, permitiendo la
presencia virtual en el lugar. A través de la cámara se establece un símil de
relación de conversación con la audiencia donde la mirada del
presentador de las noticias es fundamental, y se liga al uso del “usted” como
forma pronominal exclusiva que caracteriza a casi todas las formas discursivas
que presentan las noticias, y que personaliza a la audiencia.
En el texto
hablado, el sonido permite la prosodia, acentuación especial sobre sílabas o
palabras, el tono y las modulaciones de la voz. La noticia televisiva hace uso
del lenguaje estándar, y el mantenimiento de sociolectos más específicos para
algunos aspectos de la realidad. La brevedad de la noticia en televisión obliga
a recurrir a fórmulas o giros lingüísticos, que en la coincidencia con los
códigos del público, permiten la información rápida. El discurso se complementa
con la comunicación gestual.
En la clasificación de las
noticias operan el tono de la voz, las inflexiones exclamativas, la seriedad o
la sonrisa. El equilibrio entre los diferentes tonos con los que se dicen las
noticias es un efecto buscado en la construcción del contrato con la audiencia.
La información es espectáculo
En el contrato se incluyen
formas propias del espectáculo, por eso la pareja de presentadores (hombre-mujer)
resulta frecuente, y sus roles se construyen como una suerte de estereotipo de
género y de relaciones entre los dos sexos, el hombre pone la nota de reflexión
y la mujer habla desde el supuesto “sentido común” femenino. La pareja comenta
la noticia y enfatiza el cómo en la agenda. El espectáculo incluye un escenario
que a la vez quiere ser la “cocina” de las noticias: las pantallas, la
redacción, las computadoras, los teléfonos, junto con la explicación de cómo se
comunican desde el canal con los enviados que aparecen en vivo, las
dificultades a veces con el satélite. El sonido del directo, el jadeo de los
periodistas que corre tras el acontecimiento, los gritos, los llantos o las
voces airadas en un hecho determinado son parte central del espectáculo, junto
con los riesgos de la práctica en la transmisión en vivo. En resumen, la información
televisiva es una información abiertamente espectacularizada que requiere de
las marcas propias de la dramatización, un escenario, actores-personajes, un
conflicto, la construcción de un clima adecuado a través de índices precisos.
La multiplicidad de las estrategias
del texto televisivo permite asumir que la intención es instalar no sólo e
La entrevista
informativa (Rodríguez, 2002) también llamada noticiosa, se caracteriza porque en ella predomina el dato
informativo, ya sea este como conocimiento o como noticia propiamente dicha, proporcionado
por la persona entrevistada, que suele ser un especialista en la materia
tratada, protagonista principal del asunto o figura muy cercana.
Con
respecto a la entrevista de opinión,
su objetivo es trasmitir juicios, criterios, opiniones del entrevistado, cuya
relación con el tema también se establece en virtud de su conocimiento,
autoridad o vivencia personal. Frecuentemente, como la informativa, esta
entrevista está muy ligada con el acontecer noticioso y (o) de actualidad.
A
pesar de previas definiciones, dicha autora asegura que es difícil encontrar
una entrevista que sólo aporte datos informativos sin juicios personales de
valor y viceversa, así que resulta poco apropiada una clasificación esquemática
para estos dos tipos de entrevistas cuya característica más común es la fusión
de la información y la opinión.
Otra
variante de este género la designa como entrevista biográfica, igualmente denominada de personalidad. Esta ofrece una
visión integral del entrevistado, de su vida y obra, intentándose dar al mismo
tiempo, su imagen sicofísica.
La
entrevista de actualidad para Miriam
Rodríguez es producto de la combinación entre la informativa y la de opinión, que
se produce en el contexto de la máxima tensión noticiosa.
También
destaca la entrevista agresiva por
el papel inquisitivo, directo y en ocasiones descortés, que el reportero asume
como método interrogativo. Se caracteriza por un lenguaje áspero, sarcástico
incluso, tanto para presentar al entrevistado como para formularle las
preguntas y describir el ambiente y las situaciones.
Según Gargurevich:
·
De retrato y/o personalidad: aquéllas redactadas como narración
(sin uso de las técnicas del lead) intercalando respuestas con énfasis en datos
sobre las cualidades personales del entrevistado y sus puntos de vista
(descripción física, actitudes, etc.). Se convierte en un relato descriptivo de
una personalidad en lugar de una serie de respuestas a determinadas preguntas.
·
Biográfica: prevalece el modo cronológico de
narración, en ella se combina el retrato con amplios detalles de la vida y obra
del entrevistado (formación, etc.), alternando estos datos con sus opiniones.
·
De opinión general: que pueden ser divididas en dos
clases:
a. con información anterior sobre el personaje
(muy conocido) lo que evita una introducción; y
b. sin información anterior (personaje poco
conocido), lo que obliga a una nota más o menos amplia de introducción.
·
De actualidad: en las que se interroga con fines
precisos, en busca de respuestas con valor noticioso sobre temas directamente
relacionados con sucesos de interés actual. Puede ser dividida en los tipos
siguientes:
a. conferencia de prensa (que puede ser
organizada o improvisada);
b. encuesta (que puede ser de
cuestionario a varias personas; para recoger opinión pública sobre un tema
determinado. Solo tiene validez cuando se trata de un tema conocido por el
público y sobre el que se supone existe ya opinión formada).
c.
de
opinión ( que recoge opiniones de una personalidad relevante –sin necesidad de
introducción- sobre un solo tema de actualidad; o, en la que se obtiene un
juicio sobre un tema o problema actual, que es fuente de controversias o
conflictos en la sociedad);
d. grupal (a varias personas que no son
identificadas y cuyas respuestas son citadas como opinión de grupo);
e. de noticia (aquélla en que se hace el
relato con detalles sobre un hecho noticiable, con identificación del
informante y transcripción textual de sus declaraciones sobre el suceso en
cuestión. Este informante puede o no ser persona de relieve; basta su condición
de testigo de un acontecimiento o participante de una situación determinada).
De
igual modo, en dependencia de algunos factores, entre ellos de manera decisiva
el objetivo de información, variarán los tipos de introducción en este género
(Miriam Rodríguez).
Las
más frecuentes en las entrevistas de tipo informativo, de opinión, y en muchas
de las de personalidad o biográfica son: de resumen o típica, de cita textual o
declarativa, llamativa o espectacular, biográfica, narrativa, anecdótica,
evocativa o retrospectiva, referencial, de incidencia o peripecia, noticiosa,
literaria, dramática, directa o de presentación, dialogística, original y, de
retrato.
La
nota informativa -según
Gargurevich- consiste en la presentación de hechos acaecidos recientemente con
una escala conocida de valores/noticia, procurando contestar en el lead (o entrada) las clásicas preguntas:
quién, qué, dónde, cuándo, cómo; y eventualmente por qué.
En
este sentido, el periodista debe dominar generalmente los tres esquemas básicos
de narración periodística: el primero, forma literaria que sigue la sucesión
cronológica en orden descendente, de detalles de introducción, hechos de
creciente importancia (para aumentar el suspenso), culminación y finalmente
desenlace.
El
segundo, es llamado pirámide invertida modificada, y este autor lo considera
una variante del estilo anterior, pues consiste en redactar una entrada a modo
de sumario, un resumen del hecho. En el resto de la noticia se contará la
historia completa, de principio a fin.
Finalmente,
el estilo moderno y el más utilizado es el de pirámide invertida, que coloca
detalles interesantes de los hechos importantes en sucesión descendente, y
meros pormenores para el final.
En
lo que respecta al autor citado, existen dos tipos de reportaje:
1. De un solo autor.
2. De varios autores.
En
el primer caso (y el más común) se trata de una investigación periodística que
tiene como destino su publicación en un diario y cuyo proceso completo es
efectuado por una sola persona. Al publicarlo, el periódico identifica al
autor.
En
el segundo caso, el editor, directo o jefe de redacción encarga el reportaje a
un equipo que redactará independientemente sus partes para publicarlas reunidas
bajo un solo gran encabezado.
En
cuanto al tema, la lista puede ser realmente muy amplia. Básicamente, los
reportajes manejan los temas siguientes:
1. Políticos (eventos políticos
determinados que son necesarios sus antecedentes y proyecciones, como por
ejemplo elecciones).
2. Sociales (aquí los límites son
difíciles, pues están incluidas cuestiones de injusticia, contrastes sociales,
problemas agrarios, salud, alimentación, etc.).
3. Económicos (cuando la búsqueda
consiste en desentrañar y divulgar un problema relacionado con la economía:
puede ser la inflación, cuestiones relativas a importaciones o exportaciones,
moneda, etc.).
4. Deportivos (el mundo de los deportes
es absolutamente proveedor de temas para reportajes completos: la preparación
de una selección nacional, por ejemplo).
5. Locales (problemas de la ciudad
examinados en detalle: comercio ambulatorio, estado de las calles,
arquitectura, construcción, turismo, viajes al interior, etc.).
6. De viajes (cuando el reportero visita
un país y trata de dar una visión completa de la nación elegida).
7. De noticia inesperada (cuando un
suceso sorpresivo es de tal magnitud que exige un examen completo).
8. Histórico (cuando es posible recurrir
a protagonistas y testigos de un hecho histórico trascendente).
9. Los editoriales –añade Gargurevich- han sido
clasificados en diversas formas, de las que cita:
Según
Gerhard Schiesser quien desde una perspectiva política propone editoriales
operativo, político general y propagandístico.
Operativo
es aquel editorial que debe dirigir la atención del lector hacia las tareas
esenciales de actividades culturales y económicas características de un momento dado. Aquí se dan indicaciones,
instrucciones detalladas.
Político
general es el que pone énfasis en comentar ciertos acontecimientos actuales de
gran importancia y polemizar contra opiniones erróneas sobre tales acontecimientos
con la presentación de ciertas correlaciones.
Propagandístico
se usa para profundizar y ampliar el conocimiento teórico del lector, combatir
ideologías hostiles y proporcionar argumentos para los propagandistas que los
necesitan en su trabajo diario. Aquí se hace uso de la polémica, la
comparación, la interpretación, la argumentación.
Por
otra parte, Rivadeneira los clasifica como:
Enunciativo.
Enunciado de hechos conectados desde un punto de vista particular; que
proporciona elementos de juicio al lector.
Explicativo.
Da presuntas causas de acontecimientos, relaciona hechos en busca de
comprensión clara, trata de enseñar.
Combativo.
Es el característico de las posiciones doctrinarias, de la oposición, acentúa
la condena, la protesta.
Crítico.
Hace las veces de juez en nombre de la opinión pública.
Apologético.
Es el editorial oficialista.
Admonitorio.
Es el que exhorta el cumplimiento de reglas, advierte los peligros, señala
experiencias anteriores para ejemplificar, llama a la concordancia, al orden. Es
básicamente conservador.
Los géneros en el audiovisual.
Como se explicó
previamente el editorial
se refiere a la expresión de las interpretaciones y cosmovisión del medio
respecto un hecho, pero la referencia es mínima, solo la suficiente para que el
destinatario lo asocie a lo sucedido. El género editorial, a decir de Cebrián
Herreros, apenas aparece en la televisión de manera patente, aunque si surgen
tratamientos aproximados como la editorialización. Algo similar ocurre con el
comentario; en el medio audiovisual aparece este género incluido generalmente
dentro de la exposición de una noticia: los periodistas ofrecen su visión e
interpretación de los hechos antes de dar la información; o dan el comentario
salpicado entre dato y dato.
El comentario se centra también en la
interpretación, pero no propiamente del medio, sino de una persona particular
que firma o personaliza su interpretación con su voz e imagen. En el comentario
persiste la subjetividad individual del autor, pero se da entrada ya a cierta exposición
de hechos para destacar el punto desde el que los contempla; la referencia a
los hechos no es profusa, pero si más extensa que en los editoriales.
Mientras que en la crónica, por una parte el
autor mantiene una actitud de relator de hechos y por otra no puede sustraerse
a dar su punto de vista, su testimonio o conocimiento personal de los mismos.
No obstante, no se alcanza el distanciamiento total como ocurre en los géneros
referenciales, ya que todo pasa por el filtro testificador personal del autor.
Mientras que la crítica, junto a la
interpretación personal, ofrece una información y un análisis de los hechos;
pero restringe generalmente el objeto de la información al campo cultural y
adopta una actitud analítica del contenido de la obra que orienta a los
destinarios sobre los valores y atractivos de la misma; en gran medida su
decisión de acudir o no a la obra partirá de los criterios del crítico, aunque
no de forma absoluta ya que en estas decisiones intervienen otros aspectos de
la vida social.
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