No escuches a los mediocres que te dicen: ¡no se puede!
No escuches a los cobardes que te dicen: ¡no te arriesgues!
No escuches al desconfiado que te dice: ¡yo no creo!
No escuches a los ociosos que te dicen: ¡no trabajes!
No escuches a los cobardes que te dicen: ¡no te arriesgues!
No escuches al desconfiado que te dice: ¡yo no creo!
No escuches a los ociosos que te dicen: ¡no trabajes!
Ni escuches al fracasado que te dice: ¡no lo intentes!
Sólo escucha al optimista que te dice: ¡avanza, puedes!
Sólo escucha a los valientes que te dicen: ¡no te rindas!
Escucha al inteligente, que te invita a usar la mente.
Escucha a los entusiastas, que te animan y dan aliento.
A los grandes triunfadores, que sueñan con lo imposible.
Escucha a los que conocen el camino a la victoria:
Ellos construirán mundos, imperios, galaxias, soles.
Encontrarás el tesoro más grande
que hay en la vida:
la libertad verdadera, la conciencia de quién eres:
Un ser total, sin fronteras, sin límites, ¡sin miseria!
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