miércoles, 19 de diciembre de 2012

Comunicación Organizacional, profundización en torno a su naturaleza




El primer problema que se presenta al estudiar comunicación organizacional es la necesidad de profundizar en tomo a su naturaleza, objeto de estudio e incluso su propia definición, pues son múltiples los enfoques acerca de estos aspectos.


Algunos autores vinculan la comunicación organizacional con el área del intercambio de información. Para ellos la comunicación organizacional es "el hecho de enviar y recibir información dentro del marco de una compleja organización" (Redding y Sanborn, 1964), o "es el intercambio de información y la trasmisión de mensajes con sentido" (Katz y Kahn, 1966). Para otros es sinónimo de comunicación oral directa, dentro de estructuras formales, o comunicación interna tanto directa como mediática, formal o informal. O partiendo de un concepto mas amplio, se habla de todo proceso comunicativo de la organización, tanto interno como externo, formal o informal, directo o mediático (Goldhaber, 1994).

Otros especialistas conciben esta materia en estrecha relación con el campo cultural, haciendo énfasis en la vinculación de la comunicación con la capacidad de construcción de símbolos y valores de los públicos relacionados con la organización, e incluso si se le relaciona con la dirección empresarial se le puede definir perfectamente como un importante proceso para el logro de objetivos organizacionales.

Todos coinciden, no obstante, en la importancia que esta materia presenta para el mejor desempeño de las organizaciones, pues entre los elementos que  posibilita la supervivencia y desarrollo de las organizaciones se inscribe con protagonismo definitivo la interrelación entre sus integrantes. Y es precisamente el estudio de tal interrelación, es decir, de los procesos comunicativos inherentes a cualquier grupo, organización o sociedad, lo que constituye la razón de ser de la comunicación organizacional.

Esta disciplina comienza a manifestarse en la década de los cincuenta, pero    no es hasta los años setenta cuando adquiere un corpus independiente en el campo de las ciencias sociales, con la publicación de dos obras fundacionales: “Comunicación Integrada” de Joan Costa, catalán y reconocido experto en este tema, y “Communication Within Organizations”, del especialista norteamericano Charles Redding, considerado el padre de la comunicación organizacional.
Su origen se vincula con la tendencia contemporánea a integrar áreas de comunicación que funcionaban de manera inconexa: en primer lugar los grandes campos de acción de la comunicación interna y la externa; y en segundo lugar, lenguajes y técnicas como publicidad, relaciones públicas, comunicación corporativa, entre otras. De campos aislados o acciones independientes, tales áreas pasan a convertirse en elementos integradores de un enfoque sinérgico de comunicación con un saldo positivo para la coherencia del discurso y el logro de mayor eficacia.
La comunicación organizacional, como disciplina del campo de las ciencias sociales, centra su atención en el análisis, diagnóstico, organización y perfeccionamiento de las complejas variables que conforman los procesos comunicativos en las organizaciones, a fin de mejorar la interrelación entre sus miembros, y entre estos y el público externo, así como fortalecer la identidad y mejorar el desempeño de las entidades.
Se señala críticamente por algunos su tendencia a desarrollar de forma paralela el campo teórico y el de aplicación, y advierten en este rasgo una marcada influencia del pragmatismo norteamericano (Noguero, 2000). Destacan la importancia que se le concede a la organización como entidad sociológica y atribuyen el origen de los fundamentos teóricos de esta materia a la importación de conceptos, enfoques y principios de ciencias como la sociología o la psicología social.
Otros críticos la consideran como una suerte de materia de moda surgida en los últimos años, cuyo campo de acción irrumpe en el de las relaciones entre los públicos internos y externos de las empresas e instituciones, área que constituye, en su opinión, objeto exclusivo de las relaciones publicas. Los defensores de la comunicación organizacional opinan en cambio que se trata del rescate legitimo de un objeto de estudio que ha sido abordado por diversas disciplinas, que centran su atención en el estudio de grupos sociales cuya proyección y actividad en cualquier esfera tienen un soporte común, eje fundamental que los interrelaciona, a saber, la comunicación organizacional (Taylor, ]993).
Estamos, pues, en presencia de una disciplina joven, en pleno proceso de construcción y desarrollo cuyo surgimiento responde a una necesidad social de primer orden en el mundo contemporáneo: la de perfeccionar la comunicación entre los integrantes de las organizaciones, en los diferentes niveles dentro de estas y entre ellas y su entorno.
Los rasgos que caracterizan su desarrollo están conformados por exigencias:
-de orden teórico, para eliminar el espontaneísmo, descoordinación y contigencialidad que caracteriza a muchas de las empresas o instituciones del mundo contemporáneo, aun en el contexto del alto nivel de modernización con que se cuenta;
-de orden práctico, a fin de constatar la validez de los presupuestos teóricos mediante su aplicación, con un enfoque ciertamente dialéctico que en nada nos demerita como ciencia social.
La comunicación organizacional ofrece la posibilidad de la interiorización de conocimientos e incorporación de habilidades que tributan al desarrollo social, tanto en lo económico como en lo cultural, mediante su contribución al perfeccionamiento de las empresas e instituciones y al fortalecimiento de los valores de la cultura en las organizaciones y la sociedad en general. En la base del proceso de perfeccionamiento empresarial cubano, se encuentra el hombre, y es este también el pilar que sustenta el amplio movimiento de generalización de la cultura que se lleva a cabo hoy en Cuba. Para lograr la realización plena de ambos procesos es indispensable la mirada desde la comunicación.
Al incorporar una concepción coherente, integrada, planificada de la comunicación, aumentan considerablemente los niveles de motivación y participación de los integrantes de las empresas y organizaciones y su implicación en la búsqueda de eficiencia y calidad, a la vez que se favorecen los procesos de construcción de símbolos y significados compartidos que constituyen la base de nuestra cultura.
Es común que el término “comunicación” se asocie a los medios de comunicación masiva o las relaciones interpersonales.  Nuestro programa tiene como objetivo propiciar la reflexión y el diálogo en torno a los procesos comunicativos que se desarrollan en los espacios comunitarios. La complejidad de estos es un tema aún no suficientemente  estudiado en  nuestras aulas universitarias. La preparación de nuestros profesores en este sentido contribuirá no sólo a consolidar  su formación sino  que tributará de manera directa a la de sus estudiantes, muchos de los cuales  se desempeñan como trabajadores sociales y maestros.
Hacia finales del siglo XIX y principios del XX, a raíz de la Revolución Industrial y la creciente diversidad y complejidad de las Organizaciones, se empezaron a efectuar estudios e investigaciones de forma más consistente y fundamentada. A partir de estos estudios se definieron algunas de las características más importantes en este campo, que llegaron a conformar un sistema interrelacionado y ordenado de hipótesis, es decir, una teoría. La evolución de las teorías vías escuelas del comportamiento organizacional han demostrado una vitalidad y un desarrollo notables, sobre todo a partir del inicio del siglo con las ideas de Frederick Taylor y Max Weber. De entonces a la fecha, han surgido contribuciones importantes que cualquier estudioso de las ciencias sociales debe conocer y valorar, pues de ello depende que su contribución en el área sea menos aleatoria.
Es preciso conocer las principales escuelas y sus respectivas teorías si queremos saber como organizar el trabajo de manera eficiente; como obtener mayor productividad; como conciliar los objetivos de una empresa con los del personal para obtener mejores logros y oportunidades para ambos; cómo motivar al personal; cómo se influyen las distintas partes de la organización; qué factores internos y externos hay que considerar para alcanzar los objetivos, cómo influye el contexto, etcétera.
En realidad encontramos gran cantidad de enfoques, corrientes y escuelas dentro del estudio de las organizaciones que pueden resumirse en cuatro escuelas teóricas fundamentales: clásica, humanista, de sistemas y de contingencia.
La relación con las Escuelas de Organización salta a la vista. A fin de cuentas fueron los mismos hombres quienes se dedicaron a teorizar, sistematizar, estudiar acerca de los fenómenos y situaciones que se daban en las empresas; y para qué continuar recalcando la obvia conexión existente entre el sistema social y el comunicativo.
Como también se conoce, la movilidad a la que están sujetas este tipo de concepciones es grande, dependen de las peculiaridades del entorno, su evolución. Por lo que es indispensable una actualización constante en las nuevas corrientes de pensamiento acerca de la Organización, la Sociedad y por supuesto la Comunicación Organizacional.
Perspectiva Mecánica
-          Esta es la perspectiva primera,  que se apoya en un enfoque transitivo de comunicación, en la que hace énfasis en el papel del emisor, y no se presta suficiente importancia a la retroalimentación, los elementos fundamentales que la caracterizan son: 
-          Enfoque de comunicación: Centrado en el estudio del canal y en la transmisión de mensajes.
-          Objeto de investigación: Se estudian las estructuras y los efectos de comunicación, las fuentes y variables del mensaje, y la posibilidad de existencia de rupturas y escapes de comunicación. Se utilizan tanto los sistemas mediados como los no mediados.
-          Características e implicaciones: Esta perspectiva centra su atención en la información trasmitida, en el nivel de exactitud de ésta, en la precisión de la recepción del mensaje.
-          El proceso de emisión-recepción es lineal, transitivo, se le presta poca atención al receptor, el enfoque es deshumanizado, se presta muy poca atención  al receptor y al rol del significado de la comunicación,  hay una fuerte tendencia a súper simplificar el proceso comunicativo y puede conducir al concepto de que hay un solo modo correcto de comunicar: el modo de comunicar del emisor, único elemento que se tiene en cuenta en el proceso comunicativo.
Perspectiva Psicológica
-          Enfoque de comunicación: El enfoque de comunicación se fundamenta en el concepto de los receptores como filtros conceptuales, lo que quiere decir que cada uno de nosotros  capta el mensaje de una manera diferente, a partir de nuestra propia realidad subjetiva, que influyen en que frente a un mismo mensaje, cada uno seleccione  elementos diferentes, y  lo recepcione por tanto en forma diferenciada. 
-          Objeto de investigación: Se concibe al individuo como procesador de información, en función de su capacidad de selección, lo cual influye en la posible distorsión o confusión en la comunicación. El objeto de estudio fundamental es el receptor, se prioriza el estudio en torno al clima de comunicación, la percepción y estilo de comunicación.
-          Se enfoca la distancia semántica de comunicación,  ya que en dependencia de las diferencias culturales, generacionales,  de formación, de cada persona se produce una manera diferente de construir los significados.
-          Las relaciones de comunicación influyen directamente en el  nivel de satisfacción laboral. 
-          Características e implicaciones: El receptor es concebido en su rol activo de interpretador de mensaje, se enfatiza en las intenciones y aspectos  humanos de la comunicación.
-          Se acentúa el rol de la exposición selectiva, dada por la función de filtro conceptual  del receptor, al que se concibe como una especie de “caja negra”, cuyos principios de selección no  pueden establecerse a priori, y esto influye en cierta tendencia a frecuentes asociaciones de relaciones lineales entre conocimientos y conductos, y por ende un cierto matiz mecanicista en tales asociaciones. 
-          Como principal ventaja, en comparación con la escuela clásica, debe señalarse la importancia del ser humano, del individuo, en su rol activo como receptor y  la función esencial de la retroalimentación para poder establecer el proceso comunicativo.
Perspectiva de Interacción de Sistemas
-          Enfoque de comunicación: Esta perspectiva centra su atención en las secuencias de conductas comunicativas, es decir, la reiteración de patrones comunicativos por parte de los diferentes elementos que integran la organización. La organización se concibe como un ser vivo,  con un enfoque influido por la visión de las ciencias naturales en la relación de cada ser vivo con el entorno,  y por el análisis que en estas ciencias se realiza en cuanto a las interrelaciones que se producen entre los seres vivos en la cadena biológica.  
-          Objeto de investigación: Se investigan los patrones de feedback, o retroalimentación;   el manejo de conflictos, la mejor forma de armonizar intereses y relaciones grupales, pues la base de la supervivencia del sistema consiste en la armonía interna entre los elementos que la integran, y en la relación de la entidad con el entorno externo. Es la perspectiva que mayor importancia concede a la comunicación,  al considerarla como la savia nutriente del sistema. 
-          Características e implicaciones: Se enfoca a la comunicación como un sistema en evolución, en cambio permanente, se centra la atención en las secuencias de tipos de mensajes, funciones, conductas.
-          Se enfatiza en la necesidad  de una comunicación eficiente y una adecuada  retroalimentación.
-          Se presta atención tanto a la comunicación formal como a la informal, a la verbal o la extraverbal, y a la directa y a la indirecta.
-          Enfoque de comunicación: Se concibe a la comunicación como la construcción de significados compartidos, y por tanto se hace énfasis en la adopción de roles y el feedback simultáneo, es decir, una posición de cada integrante de la organización de cercanía a los demás, de ponerse en lugar de los otros interlocutores, lo que permita establecer una base para el diálogo. 
-          Objeto de investigación: Se estudian las reglas de comunicación de la organización, los valores de la cultura organizacional, los personajes históricos, famosos, que constituyen símbolos en algún sentido para la organización. Las historias, el humor de la organización y la manera de dirigir mediante la administración de significados. 
-          Características e implicaciones: Se considera el rol  individual y colectivo en el contexto cultural de la comunicación, se hace énfasis en la acción comunicativa, en la construcción de símbolos y significados compartidos, en los sistemas de valores, en la ética de la organización, y en las formas de fortalecer la identidad y la imagen de la entidad.
Perspectiva de Control Estratégico
-          Se concibe a la comunicación como un recurso de control sobre el medio. La comunicación para esta perspectiva es sinónimo de poder, y será efectiva y válida en la medida en que el comunicador logre los objetivos que se ha propuesto. 
-          Objeto de Investigación: Estudia la correspondencia entre las acciones comunicativas y la consecución de los objetivos, las características del entorno interno y externo. La eficiencia del mensaje, del canal y su relación con los efectos y cambios conductuales.
-          Características e implicaciones: El comunicador competente, de acuerdo con esta perspectiva es aquel que elige una estrategia adecuada para cada situación dada. Quien dice qué, cuánto, qué se elige para decir y qué se elige para ocultar dependerá de las normas éticas, y las motivaciones sociales, políticas y morales del emisor.
-          Esta perspectiva, llevada al extremo, y abandonando los límites que la ética exige, puede conducir a posiciones individualistas, donde solo cuenta la posición e intereses del emisor y sus intereses, y llegar a sí a la tendencia conocida como ambigüedad estratégica de comunicación, la que propugna un mensaje suficientemente oscuro como para posibilitar su manipulación siempre en defensa de los intereses del emisor.

Toda institución, cualquiera que sea su objetivo es creada para satisfacer necesidades sentidas, reales o creadas de una comunidad; es por eso que la institución vive por y para la sociedad y pese a la situación existente debe detectar cuales son sus públicos para crear las bases motivacionales a proyectar, con el fin de mantenerse en un espacio.
El público es un grupo de personas que tienen un interés común y son capaces de establecer una relación en torno a un tema acerca del cual se requiere algún nivel de determinación o acción.
Muriel y Rotta lo definen como el conjunto de individuos unidos entre si, temporal o permanentemente en función de un interés común y a los efectos del tema que nos ocupa se trata de todos aquellos individuos vinculados en mayor o menor grado a la institución, a la que afectan o son afectados, en función del logros de los objetivos de ambos.
Autores como Wilson y Goodall proponen clasificarlos a partir de los vínculos que establecen con la organización; en sentido general serían dos grandes grupos: internos y externos. Últimamente se ha unido a estas dos vertientes una clasificación más: público mixto.
Debemos tener claro entonces, que la conjugación de intereses de los distintos públicos es lo que permite el logro de los objetivos propuestos al nivel de organización; que finalmente redunda en beneficio del desarrollo social porque empresa y sociedad funcionan como un todo.
Público Interno
-          El público interno “esta formado por las personas que se encuentran directamente vinculadas a la institución en virtud de que la constituyen a manera de componentes individuales” (Muriel y Rotta, 1980) lo encontramos en el interior de la institución.
-          La interrelación que se establece entre el público interno y la organización es muy fuerte, lo que en opinión de Muriel y Rotta proviene de que la institución depende de su público interno para el logro de sus objetivos y su supervivencia y este último, a través de su vinculación con el sistema, trata de resolver una serie de necesidades individuales.
-          Estos públicos internos a la vez se subdividen en directivos de alto nivel, cuadros medios, base y podemos agregar en nuestro caso a las organizaciones políticas. Ahora, la efectividad de la comunicación entre estos públicos y la empresa dependerá en gran medida de la relación satisfactoria que exista entre ellos.
Público Externo
-          Por públicos externos Muriel y Rotta entiende a aquellos individuos o sistemas sociales que forman parte del medio ambiente externo del sistema organizativo, lo que aporta un enriquecedor enfoque en términos de interacción sistémica.
-          Están también clasificados en función del nivel de prioridad o significación que su relación con la organización represente.
-          En este sentido las autoras plantean caracterizarlos como públicos específicos y generales. Los primeros los que están vinculados de manera más directa a la empresa y los otros la comunidad nacional e internacional. Si lo ubicáramos en un gráfico podríamos verle así.
-          Cada organización, en dependencia de sus características, posee su tipo particular de público externo. La importancia de la relación entre ambos radica en que este tipo de público da a la entidad la oportunidad de conocer y ser reconocida en el medio ambiente donde vive. Le ofrece los insumos, la información y los recursos humanos que necesita y a cambio recibe el producto o servicio que constituye la razón de ser de la entidad.
-          El público mixto es aquel que aún sin ser parte integrante de la entidad desempeña un papel importante en el desenvolvimiento de la empresa debido al nivel de decisión sobre el futuro de la organización. Lo que lo hace diferente del resto de los públicos externos.

En el tema I ha quedado muy claro el hecho de que las empresas son sistemas abiertos a su entorno, con el cual están en constante interacción y por tanto en constante comunicación, a fin de adaptarse y poder sobrevivir a los cambios que se suceden a su alrededor.
La idea básica es que una organización no está nunca aislada sino que funciona en un campo inter-organizacional, y que debe coordinar, por tanto, sus actividades con otras entidades con las que comparte algún tipo de intereses.
Ámbito Externo
La comunicación externa permite a los miembros de la organización coordinar sus actividades con todos aquellos elementos externos a la organización que tienen algún grado de influencia en ella, léase con clientes, proveedores, competencia, medios de comunicación y el público en general. También hace que se llegue a conocer la empresa, pues al brindar información estamos creando un conjunto de significados que harán describir, recordar y relacionar a la entidad.
Esto es posible porque las organizaciones y sus entornos están conectados por flujos de mensajes que proporcionan a ambos información relevante.
Este tipo de comunicación asienta su actuación en tres aristas: las relaciones informativas, el marketing y la publicidad y las relaciones públicas. La primera hace que la organización ocupe un espacio más en el orbe comunicativo y las otras rompen las barreras entre la organización y la sociedad.
La dirección de la organización puede mejorar la comunicación externa diseñando estructuras de apertura, y potenciando la actividad externa de representantes de nivel medio que no se circunscriban tan solo a departamentos tales como Relaciones Informativas, Marketing, Publicidad y Relaciones Públicas. Además, el uso de nuevas tecnologías basadas en los ordenadores, como Internet, pueden incrementar a un bajo coste el flujo de información.
Ámbito Interno
Muchos autores opinan que la comunicación interna ha sido un punto de toma de conciencia en las organizaciones debido a su importancia en los últimos años.
La falta de comunicación y de vías de participación interna, no solo genera apatía y desmovilización, sino que elimina el debate interno y, con ello, se avanza hacia la rutina y el empobrecimiento de la organización; por lo que la comunicación interna es vital para mantener un clima laboral adecuado. Esta es la clave para que los trabajadores se sientan a gusto en la organización y sientan que pueden expresarse y ser escuchados.
El principal propósito de la comunicación interna es dar a conocer la visión, misión, filosofía, objetivos estratégicos y las iniciativas de la empresa, así como apoyar que la institución promueva en los empleados un alto sentido de pertenencia para suscitar su adhesión a los objetivos planteados por la dirección.
Según Katz y Kahn permite a la organización mantener la coordinación entre las distintas partes de la entidad al cubrir las necesidades de comunicación que presentan los individuos o grupos que la conforman. Y a la vez que se cubren sus necesidades se logra la satisfacción del empleado, y con ello el aumento de la calidad al mejorar el clima interno y la organización obtiene mayor rentabilidad.
“Los ámbitos de comunicación externa e interna deben estar armonizados: los líderes de la organización deben propiciar el desarrollo de ambos canales de mensajes y coordinar sus funciones interdependientes” (Kreps, 1990). De esta manera, se consigue tener no solo una cierta estabilidad organizativa mediante la comunicación interna, sino también una continua adaptación al ambiente externo, con lo que “los canales de comunicación internos y externos ayudan a la organización a mantener un equilibrio productivo entre la estabilidad y la innovación en las actividades organizativas.”(Kreps, 1990)
Enfoque Sinérgico de Comunicación
El enfoque sinérgico en la gestión de la comunicación de una empresa se traduce en la concentración de la dirección de comunicación en un centro coordinador de la esfera, que se ocupa de la planificación y el diseño de un discurso coherente. Se posibilita así en mejor empleo de recursos y una retroalimentación más efectiva.
Ese centro director, que puede traducirse en un grupo, departamento, o inclusive una persona, por lo general ubicada en una posición muy próxima a la dirección de la organización, coordina las tareas de los diversos componentes del sistema de comunicación empresarial, relativos a recursos humanos, infraestructura tecnológica, diseño y uso de mensajes y canales, equilibrio entre redes de comunicación formal e informal, gestión de comunicación interna y externa, investigaciones sobre imagen interna o pública, influencia del sistema social sobre la organización, impacto de los cambios tecnológicos y culturales, entre otras funciones.
Crear las necesarias interrelaciones entre los componentes de los procesos comunicativos, estudiar las condiciones y estado del clima organizacional, y las variables de la cultura de la organización, son algunas de las ventajas que conlleva el enfoque sinérgico de comunicación.
La búsqueda de consenso es una de las más importantes funciones de la comunicación en organizaciones, y en tal sentido, el especialista brasileño Gaudencio Torquato (1986) apunta: “producir aceptación por medio de la comunicación expresiva-emocional debe ser el objetivo de los profesionales que trabajan la comunicación en las empresas”.
Este punto de vista se apoya en la concepción de la comunicación como proceso simbólico mediante el cual “los sentimiento de los empleados de los niveles de base para con la organización son reforzados o modificados”, para ello es necesario implementar un discurso simbólico dirigido a una suerte de escala media, que resuelva las incongruencias entre lo poco atractivo de las informaciones técnicas, las comunicaciones relacionadas con el campo del conocimiento en general, y las dirigidas a establecer o promover la aplicación de normas.
Este estudioso contrapone dos tipos de mensajes, en su opinión, presentes en toda organización: de un lado los que abordan temas relacionados con la esfera del conocimiento técnico; de otro los relacionados con actitudes, valores y normas. Tanto un tipo de mensaje como el otro deben estar encaminados a lograr consenso en torno a un sistema de valores.
De no lograrse el consenso requerido, se entroniza el desorden que conduce más tarde o más temprano a la desintegración de la organización. Para evitar tales males se impone la necesidad de lograr un enfoque sinérgico de comunicación, que reduciría al mínimo la aleatoriedad en el discurso y en las acciones comunicativas, y establecería un determinado nivel de coordinación entre los que dirigen la comunicación en las organizaciones.
Tal enfoque sinérgico se consigue mediante la aplicación de un modelo general de gestión de comunicación empresarial, que debe ser diseñado en función de las características de cada organización. Y a través de la planificación o programación de las acciones comunicativas. Con ello se contribuye al fortalecimiento de la identidad y los valores de la cultura de la organización, y se influye en el desarrollo del sentido de pertenencia de los integrantes de las entidades, de modo que puedan llevarse al máximo las potencialidades de los recursos humanos; se generalice un sentido de lealtad grupal, eficaces técnicas de interacción y altas metas de desempeño.
El fundamento de esa efectiva integración se da a partir de la construcción de valores; de la capacidad de hacer concordar metas y aspiraciones individuales con los objetivos que se plantea la entidad en un conjunto coherente, y todo ello transita por la gestión eficaz de la comunicación.
Y la primera observación se dirige al campo de la ampliación de las posibilidades para una gestión exitosa, evitando improvisaciones y posibilitando un mejor uso de los recursos.
Aunque existe una concepción relativamente generalizada acerca de la generación espontánea y aleatoria de la comunicación, resulta ésta tan errónea como costosa, pues conduce inevitablemente al ineficiente empleo de los recursos y a la confusión de los públicos a los que se dirige el discurso organizacional, quien recibe indistintamente mensajes diferentes e incluso contradictorios en torno al mismo objeto: la organización en cuestión.
Para evitar tales fallas, el español Justo Villafañe propone dos principios que deben observarse en la gestión de comunicación en empresas e instituciones:
-          Principio normativo
-          Principio de integración
Al principio normativo atribuye la función de constituir una referencia permanente y guía de acción en todo lo que se refiere a la personalidad de la organización o empresa; al principio de integración asigna la labor de coordinación de todas las acciones comunicativas que se lleven a cabo en cualquier institución.
El establecimiento de normas en las organizaciones con relación a la comunicación conduce a la eliminación de la aleatoriedad en todo el campo de relaciones de la empresa, y al desarrollo de un enfoque sinérgico para optimizar los resultados de la labor de comunicación.


Existen diferentes caminos y direcciones por las que transitan los mensajes en una organización. A este recorrido se le denomina flujo de comunicación. En primera instancia se pueden distinguir dos tipos: horizontales y verticales, y si distinguimos dentro de esta última el sentido ascendente y el descendente, tenemos los tres tipos a tener en cuenta para el estudio de los tipos de flujos posibles en una organización: vertical descendiente, vertical ascendente y horizontales. Algunos teóricos han considerado como otro tipo de flujos el llamado flujo transversal.
Cada uno de ellos será explicado posteriormente.
Vertical Descendente
Cuando los mensajes son enviados por los directivos a los demás miembros de la organización siguiendo la línea jerárquica, se lleva a cabo un flujo vertical descendente. Este se utiliza generalmente para informar directivas o normas y orientar tareas. Posee un contenido demasiado específico; transmite mensajes predominantemente relacionados con la ejecución y valoración de la tarea, órdenes, y especificaciones de trabajo.
Golghaber hace un exhaustivo análisis de los problemas que puede ocasionar este flujo: la excesiva confianza en los escritos obviando los contactos personales; lo que conlleva a una sobrecarga de mensajes que la mayoría de las veces se archiva sin ser revisado.
Vertical Ascendente
Si los mensajes salen en la dirección contraria al explicado anteriormente, es decir, desde los miembros de más bajo nivel hacia los de más alto nivel estamos en presencia de un flujo vertical ascendente. Es más usado para la búsqueda de retroalimentación, aclaración, reclamos, apoyo, necesidad de orientación, sistemas de asesoría, entre otros.
La importancia de esta comunicación radica en que ayuda a “mejorar la moral y las actitudes de los empleados (…), sirven de retroalimentación para la gerencia (…), estimulan la participación de los empleados en las políticas operativas (…).”(Golhdaber, 1984) Además, permite conocer el clima social de la organización, hace que el trabajo y la dirección sean mas cooperativos desapareciendo elementos de tensión y conflicto en las relaciones interpersonales, aumentan el compromiso con la organización y mejora la calidad de las decisiones.
En nuestras empresas aún no se le da la suficiente importancia a este tipo de comunicación, principalmente por parte de los directivos. Sin embargo si tan importante es la información que envían los superiores, la que sale de la base lo es más ya que como decía P. Drucker “los conocimientos estarán en la parte baja de la pirámide jerárquica, en la mente de los especialistas que realizan diversos trabajos y se dirigen a sí mismos.”(Puyal. E, 2001)
Horizontal
La comunicación que se desarrolla entre los empleados de un mismo nivel corporativo es conocida como horizontal. Esta rara vez utiliza los canales formales y es utilizada para resolver problemas, coordinar tareas, buscar información y apoyar a los compañeros. Debido a que tan solo utiliza un solo relevo su grado de exactitud y velocidad de difusión es muy superior a los anteriores tipos de flujos.
Transversal
Si la comunicación transita por todos los niveles, participan todos los públicos, sin ser ni horizontal, ni vertical estamos en presencia del flujo transversal. Torcuato la denomina comunicación diagonal. Esta se utiliza en empresas, de enfoque sistémico, que trabajan con grupos disciplinarios.
El concepto de mensaje está estrechamente vinculado con el de información. Para Goldhaber, los mensajes se derivan de la información y dentro de cualquier sistema hay más información que la que perciben sus miembros y así, la información que es percibida y a la que los receptores le dan un significado, recibe el nombre de mensaje. Los mensajes tratan con información significativa para las personas.
Afirmación válida siempre que se precise que esa significación no es homogénea en el caso de receptores diversos, quienes aunque lleguen a un consenso, signarán de manera diferente el mensaje, en dependencia de las características particulares, contextos, antecedentes y entorno general en el que se produce la comunicación.

Mensajes
Los mensajes en una organización pueden ser estudiados o clasificados de diversas maneras, en dependencia de los puntos de partida para cada clasificación. Si atendemos a la modalidad del lenguaje, pueden ser verbales y no verbales.
Si pensamos en los temas que abordan, existen mensajes relacionados con el trabajo, es decir, qué hacer, cómo hacerlo, cuándo, quiénes; y se clasifican como mensajes de tarea. Son aquellos que guardan estrecha relación con los productos, servicios o actividades que tienen un especial interés por la organización. Mensajes que tienen la misión de informar a las empresas sobre la manera de realizar sus trabajos. Incluyen actividades de capacitación, orientación, establecimiento de objetivos, resolución de problemas, sugerencia de ideas, etcétera.
Los referidos a normas y reglas (órdenes, procedimientos, controles, etc.), que configuran la forma de existencia y supervivencia de la organización, son llamados mensajes de mantenimiento y están relacionados con la realización de la producción y la consecución de los objetivos organizacionales.
Los mensajes de contenido humano, son dirigidos a los individuos de la organización a fin de estimular y reconocer los buenos resultados alcanzados; felicitar en ocasión de un aniversario o evento grato, o expresar la solidaridad y condolencia ante una pérdida.
Otro aspecto a tener en cuenta para el estudio o clasificación de los mensajes es el de los objetivos a lograr con cada uno. Aunque muy frecuentemente los mensajes en el seno de una organización, sobre todo los vinculados a la vorágine de trabajo diaria, se emiten sin una clara conciencia de objetivos comunicativos por alcanzar, cada tipo de mensaje enviado a un público determinado, mediante un canal específico, debe plantearse la consecución de objetivos concretos.
Canales

Las formas o canales mediante los cuales la comunicación se realiza es otro de los campos de estudio de la comunicación organizacional. Los canales más frecuentes utilizados en una organización son los  impresos (revistas, periódicos, murales, plegables, boletines, circulares, cartas, memos, etc…), el teléfono, el correo electrónico, la página Web, la intranet, las reuniones, las asambleas, los matutinos, la radio base, entre otros.

Hemos definido la comunicación organizacional, identificado los componentes clave del sistema de comunicación organizacional, tratado los medios, canales y actividades de comunicación presentes en los sistemas de comunicación. La revisión de la comunicación es un procedimiento de investigación que evalúa la eficacia de los sistemas de comunicación organizacional basándose en un conjunto de normas.
El diagnóstico de comunicación es un proceso investigativo cuyo objetivo es la identificación y evaluación de la situación que presentan los procesos comunicacionales en una entidad. Es un requisito indispensable previo al diseño de estrategias de comunicación, pues constituye la base de la cual debe partir esta, al ofrecer información necesaria sobre el funcionamiento de la comunicación, la percepción de los públicos en torno a ella, la construcción de sentido, uso de códigos, los flujos de comunicación existentes, el tipo de mensaje que más se presenta, la calidad y cantidad de información, la existencia de ruidos y barreras, el equilibrio entre comunicación formal e informal, 
Uno de los autores que con más profundidad aborda el tema de diagnóstico de comunicación es el norteamericano Gerald Goldahber, quien propone un análisis del sistema en su conjunto, por una parte y de área y acciones puntuales de comunicación como complemento del estudio. A esto incorpora además el estudio del entorno externo, como ambiente en el que también opera la entidad.
En el texto de este autor puede encontrarse en detalle los métodos que propone para el abordaje de este tema, basado en un enfoque sistémico de comunicación. El autor se plantea como objetivos fundamentales para el diagnóstico la indagación en torno a cómo funciona el sistema comunicacional en su conjunto, por una parte, y por otra, si cuenta con los elementos necesarios para alcanzar los objetivos previstos.
Para el sistema en su conjunto propone la siguiente estructura conceptual:
Estructura relacionada con el sistema de comunicación en su conjunto

1. Objetivos, planes y políticas
2. Métodos de ejecución y responsabilidades
3. Métodos de medición
4. Factores situacionales de la organización
5. Programas de apoyo a la comunicación


Y para los elementos del sistema, lo que se expone a continuación:
: Estructura relacionada con actividades de comunicación específicas

1. Naturaleza y objetivos
2. Criterios de ejecución e instrucciones procesales.
3. Estándares de ejecución
4. Métodos de medición
5. Factores situacionales de la actividad
6. Programas de apoyo a la comunicación

En el texto de Goldhaber que se señala en la bibliografía puede profundizarse en torno a su argumentación para tal aproximación al tema.
Otros autores, como Margarida Krohling, Justo Villafañe, Sanz de la Tajada, por sólo mencionar algunos, coinciden con el autor antes mencionado en cuanto al enfoque sistémico desde el que conciben el proceso investigativo, y en tal sentido defienden la necesidad del estudio tanto del ámbito interno como del entorno externo de la organización.
Parten de la exploración inicial en cuanto a políticas y objetivos de comunicación,  a la existencia o no de instancia de gestión, y a la existencia de un sistema de gestión de comunicación. En este sentido, es importante indagar en cuanto al concepto de comunicación socializado en la entidad, bien sea como parte de la vida cotidiana,desde lo empírico,  o como parte de un verdadero proceso de conpcetualización, lo cual podemos encontrar en todavía no muy abundantes casos.
La determinación de los temas a investigar es un paso importante, para lo cual es necesario tener claridad en cuanto a los componentes del sistema comunicacional, tanto como a los elementos en los que media o resulta mediado, estos aspectos se abordaron anteriormente en este programa.
En los últimos años se ha incorporado como temas de investigación relacionados con los diagnósticos de comunicación los estudio de imagen, pues es la resultante última de los procesos comunicativos, al decir de Justo Villafañe, el sumun integrador de todo lo que hace y dice la empresa. Para los  estudios de imagen, este autor propone una metodología a la que denomina auditoria de imagen, sobre la cual puede profundizarse en la bibliografía.
Una vez determinados los temas, es necesario identificar los objetivos de investigación, el enfoque metodológico que se va a elegir, que debe estar en correspondencia con la naturaleza del objeto de estudio, el tema a estudiar y los objetivos, y si se va a tomar como punto de partida alguna idea o preconcepto en torno al tema, a modo de hipótesis o premisa.
La elección de  métodos investigativos y su empleo a su vez estarán en relación directa con el enfoque metodológico.
En la bibliografía recomendada se puede profundizar en cuanto a enfoques metodológicos, métodos, y como aplicarlos en los diversos temas susceptibles de ser estudiados.
Es imprescindible preservar el rigor investigativo, la ética profesional y evitar manipulaciones que resten validez al trabajo investigativo.


Bibliografía Básica
-    Fernández Collado, Carlos. La Comunicación en las Organizaciones. México.  Edit. Trillas, 1997.
-    Goldhaber, Gerald M. Comunicación Organizacional. México, Editorial Diana, S.A, 1984.
-    Jablin, Fredric y Putnam. Linda, The New Handbook of Organizational Communication. Advances in Theory, Research, and Methods. California,  Sage Publications,  2000.
-    Muriel, María Luisa  y Rota, Gilda. Comunicación Institucional. Quito, Edit. Ciespal, 1980.
-    Trelles, Irene: Comunicación Organizacional. Selección de lecturas. Ciudad de La Habana, Editorial Félix Varela, 2001.

Bibliografía Complementaria:
       
-    Alonso, Margarita y Saladrigas, Hilda. Cómo investigar en comunicación. Guía didáctica. La Habana, Editorial Pablo de la Torriente, 2000.
-    Bartoli, Annie. Comunicación y Organización. Barcelona, Edit.Paidós, 1992.
-    Gaudencio Torquato, Francisco. Comunicación Empresarial. Sao Paulo, Editorial Summus, 1986.
-    Kreps, Gary L. Organizational Communication. Theory and Practice . New York, Editorial Longman, 1990.
-    Lucas Marin, Antonio,  La Comunicación en las Organizaciones. En Lucas Marín, Antonio, y Martínez Quintana, Violante, La construcción de las organizaciones: La cultura de la empresa. Madrid, Edit. Universidad Nacional de Educación a Distancia,  2001.
-    Pérez Betancourt, Armando y Díaz Llorca, Carlos.   Lo que todo empresario cubano debe conocer. Los caminos al perfeccionamiento. Ciudad de La Habana,  Edit. Ciencias Sociales,  1999.
-    Piñuel Raigada, José Luis. Teoria de la Comunicación y gestión de las organizaciones. Madrid, Edit. Síntesis, 1997.
-    Putnam, Linda  y Pacanowsky,  Michael. Communication and Organizations. An Interpretive Approach. California, Edit. Sage 1983.
-    Sanz de la Tajada, L.A. La Auditoría de la Imagen de empresa. Métodos y técnicas de estudio de la imagen. Madrid, Edit. Síntesis,  1996.
-    Trelles Rodríguez, Irene. Comunicación organizacional: la importancia de su aplicación en Cuba. En: Revista Espacio No. 3,  La Habana, 2000.
-    Trelles Rodríguez, Irene. Comunicación y cultura organizacional: Entramados e interrelaciones. En: Revista Espacio No.5, La Habana, 2001.
-    Villafañe, Justo. Imagen Positiva. Gestión Estratégica de la imagen en las empresas. Madrid, Edit. Pirámide,  2000.

Orientaciones Finales.
Este curso lo ofrece la Facultad de Comunicación de la Universidad de la Habana. Para cualquier aclaración, puede dirigirse a los teléfonos:
§  8 322677 / Lic. Victoria Torres. Vicedecana del Objetivo 1 / elba@fcom.uh.cu,
§  8 309885 / Dra. Margarita Alonso Alonso.  Vicedecana de Postgrado, Investigaciones y Relaciones Internacionales / margarita@fcom.uh.cu,
§  Profesora del Curso, Dra. Irene Trelles Rodríguez/ irene@fcom.uh.cu,
§  Coordinadora del Diplomado, MSc. Julieta Mariño Otero / julieta@fcom.uh.cu.



LOS AUTORES

Antonio  Lucas Marín:
Doctor en Ciencias Económicas por la Universidad de Bilbao (1976), donde se licenció (1968). Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid (1971).Ha sido profesor en las Universidades de Navarra (1969?1972), Cantabria (1974?1981) y Oviedo (1981?1986). Desde 1986 enseña en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense, donde ha sido Director del Departamento de Sociología VI (1994-1998). Profesor invitado en numerosas Universidades de diferentes países.
Desde 1995 centrado en el estudio de los efectos sociales de las nuevas tecnologías. Otras líneas: participación y democracia en las organizaciones, efectos de la comunicación de masas, construcción de la realidad social y comunicación, y cultura de las organizaciones. Miembro de ISA, con actividades en diferentes comités de investigación: RC-30 (Sociología del Trabajo), RC-10 (Participación y Democracia en las Organizaciones, miembro de su boardde 1990 a 2002).Responsabilidades en distintas redes académicas:coordinador del Grupo de Trabajo sobre “Participación en las Organizaciones de la FES, Presidente de AISO (Asociación Iberoamericana de Sociología de las Organizaciones, 2001-2004), miembro de la Board del RC-17 (SociologyofOrganizations, 2002-2006) de ISA. Con participación activa en diferentes Congresos y Seminarios Nacionales e Internacionales. Profesor visitante en varios Centros de investigación extranjeros.

Justo Villafañe:
Doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense. Catedrático de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Universidad Complutense. Profesor de Imagen Corporativa en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense.
Socio de la firma Villafañe & Asociados especializada en consultoría en la gestión de los activos intangibles de las empresas.
En la actualidad es director del informe anual sobre La comunicación empresarial y la gestión de los intangibles en España y Latinoamérica.
También dirige el Monitor Español de Reputación Corporativa (Merco) que publica anualmente los diarios de Vocento.
Es miembro de numerosas asociaciones profesionales y de investigación como Dircom, Club Internacional de Prensa, Instituto Español de Analistas Financieros, Instituto de Análisis de Intangible, Director General de la Red de Institutos de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense (Red IRIS Complutense), Vicepresidente de la Asociación para la Comunicación Empresarial e Institucional, Presidente del Instituto para el Desarrollo de la Comunicación Aplicada (INDECA), Secretario General de la Asociación para la Investigación Aplicada en Comunicación (AIC), Editor de CINCO, Cuadernos de Investigación en Comunicación, Socio fundador de GCI Comunicación, Patrono del Centro de Estudios de América Latina (CEDEAL), Director del Instituto de Europa Oriental de la UCM, Vicerrector de la Universidad Complutense y Director del Monitor Español de Reputación Corporativa.


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