Siguiendo la óptica de Organizaciones con Poder, les presento a Cultura
Organizacional. Es mi compañera de vida hace cerca de un lustro, fue sin
dudas amor a primera vista lo que nos hizo inseparables, pero hoy es
amor total, pleno.
Pero esto me ha costado, o sea, nos ha costado cinco años de estudio,
intercambio y constante retroalimentación .Conocer a una persona o a
una disciplina científica es algo que requiere mucho tiempo y
dedicación.
De modo que me propongo asumir las normas de cualquier presentación
inicial: dar una buena imagen, ser lo más claro posible, no pretender
entrar en profundizaciones innecesarias, ser breve y dejar rutas de
acceso para los que deseen conocer con mayor profundidad sobre el tema .
Las organizaciones tienen una finalidad, objetivos de supervivencia,
pasan por ciclos de vida y enfrentan problemas de crecimiento .Tienen
una personalidad, una necesidad, un carácter y se les considera micro –
sociedades con sus procesos de socialización, sus normas y su propia
historia. Todo esto está relacionado con la cultura.
Antes de la octava década del siglo pasado los referentes
bibliográficos sobre este asunto eran escasos e imprecisos .Los autores
de la literatura especializada de manera intuitiva sabían que se
enfrentaban a "algo" que era importante, aunque no valoraban en su justa
medida el verdadero alcance de este fenómeno ya que no existía una
definición conceptual consensuada que les permitiera acercarse a ella
para clarificarla.
Esto no se produce hasta bien entrada la década de referencia, de la
mano de investigadores de la talla de William Ouchi quien estrenaba su
Teoría Z .Esta nueva oleada de publicaciones pusieron muy de moda en el
argot administrativo vocablos como: valores, creencias, principios,
asunciones básicas, objetivos de orden superior... y así poco a poco se
fue conformando el concepto de cultura organizacional o cultura
corporativa.
Fue muy breve el tiempo transcurrido entre su irrupción como concepto
ya establecido y su rápida propagación entre los investigadores de la
época, quienes empezaron a analizar a las organizaciones a partir de su
cultura habiéndose percatado de que esta siempre estuvo allí formando
parte indisoluble de la esencia de la organización, siendo ella misma la
clave para comprender el entramado de fenómenos que a diario se
producían.
Cierto es, que su aparición, indudablemente revolucionó la teoría de
la organización, obligando a replantarse los métodos de diagnóstico
organizacional, las técnicas y las prácticas administrativas en general y
de los recursos humanos en particular.
Al revisar lo concerniente a su definición conceptual , resulta
interesante la propuesta realizada por el profesor Edgar Schein el que
la concibe como : "el conjunto de valores , necesidades , expectativas ,
creencias , políticas y normas aceptadas y practicadas por la
organización .Distinguiéndose varios niveles de cultura a) supuestos
básicos ; b) Valores o ideologías ; c) artefactos ( jergas , historias ,
rituales y decoración ) ; b) prácticas . Los artefactos y las prácticas
expresan los valores e ideologías gerenciales.¨
A través del conjunto de creencias y valores compartidos por los
miembros de la organización, la cultura existe a un alto grado de
abstracción y se caracteriza por el condicionamiento de sus miembros
haciendo que muchas actitudes sean racionales armonizando su modo de
pensar, sentir y actuar.
El éxito de la organización depende del talento y la aptitud de sus
líderes, vistos estos como responsables de implantar y transmitir la
cultura, para saber orientarla de acuerdo a las exigencias del entorno.
Los líderes que poseen una filosofía y un estilo definidos, por lo
general optan por incorporar ese estilo a las manifestaciones visibles
de sus centros laborales.
Pero ¿qué papel desempeñará la cultura en una organización que ha
cambiado de mando , siendo este asumido por un autócrata que detrás de
un alto nivel de instrucción ( digo instrucción y no educación ) y de
risas y alabanzas a sus jefes superiores de su sector o no , muestran su
mediocridad para escuchar a los demás , su prepotencia , su egoísmo ,
su naturaleza egocéntrica , su bajo poder analítico , en fin , una
persona con una marcada tendencia coconiana que pretende ,en pleno siglo
XXI y en una sociedad que se quiere democrática, imponer aquello que ha
sido excelentemente definido por el prominente Dr. Ivo Lázaro Martín
como "mando único hiper- centralizado "?
Ante esta situación hay que fortalecer el papel de los valores de la
organización, ellos se emplean para juzgar situaciones , actos , objetos
y personas .Reflejan las metas reales así como las creencias y
conceptos básicos, definen el triunfo en términos concretos para los
trabajadores y establecen normas para todos, las cuales inspiran la
razón de ser de cada institución en el comportamiento de esta y sus
miembros .Por tales motivos los valores constituyen la médula de la
cultura organizacional.
La cultura organizacional es un campo de acción para el cambio, para
la lucha contra los males que nos asolan pretendiendo fragmentarnos
desde adentro y es un eficaz instrumento de trabajo para los que
persiguen el bienestar organizacional, para los que como Fito Páez
continúan diciendo: "Quién dice que todo está perdido? Yo vengo a
ofrecer mi corazón ¨.
Y digo más: vengo a ofrecer mi saber, mi dedicación, mi tesón para que las organizaciones sigan teniendo el poder.
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