martes, 8 de enero de 2013

Ser educados es una inversión personal

Por: Raisa Martín Lobo
Estoy segura de que conoces a personas  muy corteses, de esas que siempre muestran sus buenos modales. De hecho, si miras a tu alrededor de inmediato podrás decir quién es cortés y quién no. Les hablo de quienes hablan en voz baja,  mastican con la boca cerrada, les brindan  el asiento en el ómnibus a una anciana, un impedido físico, o una mujer embarazada... 



Hay muchos casos de buenos modales y educación formal, casi nadie escapa a ello. Sin embargo... ¿no has pensado en lo bien que nos sentimos cuando somos más tolerantes con quienes usan correctos modales, que con quienes adoptan un comportamiento ajeno a las normas de educación y de convivencia social? 

Es dificil aceptarlo, pero aún prevalecen ademanes negativos en la conducta social de algunos ciudadanos. ¿Cuántas veces has presenciado actos que denotan falta de educación formal? Hablo de algunos jóvenes que a altas horas de la noche vociferan y hasta rompen botellas en el medio de la calle después de disfrutar de una fiesta.

Y qué me dicen de las veces que has pedido permiso entre un grupo de personas y el "es suyo" no ha aparecido por ningún lugar. Amigos..., es que al parecer el saludo, la retribución de un favor está fuera de moda y, por ende, algunoas personas llaman anacrónicas las expresiones: " gracias", " con permiso", " por favor " ...



Los buenos hábitos deben primar en las relaciones interpersonales, ellos perduran en la medida en que volvamos nuestras miradas hacia las buenas costumbres. El trato y la forma de cómo nos relacionamos con los demás un espejo, nos devuelve lo que le ofrecemos.  

Las personas que son afables son bien recibidas en todas partes y dejan una muy buena impresión respecto de ellos mismos. Ser cortés y educado es una inversión personal muy poca porque cuesta poco, además, ayuda a encontrar más personas que deseen relacionarse contigo y recibir más apoyo y colaboración.

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