martes, 24 de febrero de 2015

Un acercamiento al tema de la entonación española



Autora principal: M. Sc. Dianelys Hernández Díaz
Coautora: M. Sc. Carmen de las Nieves Ramos García
Colaboradora: M. Sc.  Nidia Echevarria Bustamante
RESUMEN
El presente trabajo constituye un acercamiento al tema de la entonación desde el punto de vista conceptual, con el fin de ofrecer una actualización de los aspectos fundamentales sobre el tema y demostrar la necesidad de impulsar su estudio en los diferentes espacios educacionales, desde un enfoque discursivo, con ejemplos concretos del habla y no a partir de esquemas repetidos sin la debida revisión teórica de los recientes postulados.
La génesis del estudio parte de la falta de publicaciones actualizadas  sobre el tema para el uso de investigadores, docentes, periodistas,  locutores y otros profesionales necesitados de abundar en este aspecto de los estudios lingüísticos que constituye un aspecto esencial en la cultura de todo hablante.  En la sistematización se tuvieron criterios de autores clásicos y criterios actualizados de autores cubanos y las normas emitidas por la Real Academia de la Lengua Española en el año 2011.  

Palabras-clave: entonación/ discurso/ habla/ tonema/
TITLE: AN APPROACH TO THE SUBJECT OF INTONATION: SPEECH LANGUAGE

Authors: M. SC. Dianelys Hernández Diaz
                M. Sc. Carmen de las Nieves Ramos García
                M. Sc.  Nidia Echevarria Bustamante

ABSTRAC
This paper is an approach to the subject of intonation from the conceptual point of view, in order to provide an update of the fundamental aspects on the topic and demonstrate the need to promote its study in the different educational spaces, from a discursive approach, with concrete examples of speech and not from schemas repeated without the proper theoretical review of the recent postulates.
The genesis of the study based on the lack of publications updated on the subject for the use of researchers, teachers, journalists, broadcasters and other professionals in need abound in this aspect of the linguistic studies which is essential in the culture of every speaker.
In the systematization were criteria of classical authors and Cuban authors updated criteria and the rules issued by the Royal Academy of the Spanish language in the year 2011.
Key words: intonation / speech / speaking / tonema /

Diccionario

INTRODUCCIÓN
 “El diálogo no es un acuerdo, es un acorde”.
Octavio Paz

 “En la conversación y en el discurso y más aún en la lectura, lo ordinario es oír formas de entonación inexpresivas e incoloras, o rudas y desaliñadas, producidas con ausencia de todo conocimiento respecto a esta delicada materia”[1]. Esta aseveración de Tomás Navarro Tomás, a pesar del tiempo, todavía mantiene actualidad.
El tema de la entonación es uno de los menos atendidos y de los más desprovistos de bibliografía para su estudio en profundidad en las diferentes instituciones destinadas a la formación de profesionales de las carreras humanísticas. Sin embargo, está demostrado que no se penetra enteramente en el dominio de una lengua mientras no se conoce la intimidad de su entonación. De ahí la necesidad de profundizar en el estudio del tema para reforzar el conocimiento de la lengua española y sus potencialidades expresivas.
La preocupación por los estudios fonético-fonológicos es antiquísima. Los gramáticos más antiguos ya hacían alusiones a la relación entre música y palabra. Quintiliano consideraba la escritura como una manera de notación musical. En la literatura renacentista fue tema repetido “(…) como signo de la posición del hombre en el concierto y la armonía que sustenta el mecanismo del mundo.”[2]
Con el desarrollo científico y el decursar del tiempo,  los teóricos han definido la entonación, desde el punto de vista perceptivo, como una suma de variaciones en el tono, la intensidad y la duración de los sonidos de un enunciado.
Si bien las manifestaciones concretas de la lengua han sido asumidas como objeto de estudio por muchas escuelas, empezando con Ferdinand de Saussure (1857-1913) y su dicotomía lengua / habla, los estudios de entonación en el español, con frecuencia,  siguen un enfoque basado únicamente en la descripción físico-acústica del fenómeno entonativo.
En estos casos se desatiende el análisis de su valor fonológico en muestras de diferente tipología discursiva y el comportamiento de la curva melódica durante la producción del pretonema y el tonema, lapso final a partir de la última vocal acentuada del grupo fónico.
Tales  métodos de análisis, centrados en el componente físico-acústico, han sido calificados como reduccionistas por considerar el tratamiento del fenómeno entonativo, únicamente a partir de la descripción de las curvas aisladas, tomando como ejemplos dos o tres actos de habla (enunciación, interrogación y exclamación),  fura del funcionamiento real.
Para el fonetista español, Antonio Quilis, la entonación es “(…) la encargada de unir los sonidos del habla. Pueden aparecer enunciados sin forma gramatical, pero no sin entonación”.
Además, señala que cumple “(…) la función lingüísticamente significativa, socialmente representativa e individualmente expresiva de la frecuencia fundamental en el nivel de la oración (…) y uno de los recursos comunicativos elementales de la lengua»[3]. Al establecer este concepto, Quilis considera que la entonación es un prosodema que utiliza las variaciones de frecuencia del tono fundamental para desempeñar una función lingüística a nivel de oración. Al respecto, resalta las funciones que realiza la entonación en la lengua, considerando entre ellas: la función distintiva, la demarcativa y la fiscalizadora.
Según la Real Academia Española (RAE), “(…) la  lengua utiliza  la  función   distintiva   de   la   entonación   cuando   modifica  el   significado gramatical  de  los  enunciados  que  emite,  y  es  responsable  de  la  asignación  de configuraciones estables a las modalidades entonativas fundamentales, como, por ejemplo, la   aseveración   o   la   interrogación. La función distintiva es la que cumple la entonación al garantizar la distinción de significados, a partir de su valor fonológico.En la  secuencia María lee un libro, que puede realizarse como María || lee un libro o como María lee || un libro según la intención del hablante”[4].
La organización de la información contenida en los enunciados se corresponde con la función  demarcativa,  que  proporciona  indicaciones  sobre  la  distribución  de  la información, puesto que el hablante divide el discurso en unidades melódicas para que  el  oyente  pueda segmentarlo  e  interpretarlo  con  facilidad.  
“Finalmente, el locutor emplea la  función fiscalizadora cuando quiere jerarquizar la información contenida en el enunciado y  llamar  la  atención  del  oyente  sobre  un  determinado  segmento, así permite jerarquizar las distintas informaciones de los enunciados”[5]. 
 Quilis también asevera que con Tomás Navarro Tomás comienza una importante etapa en el estudio del elemento primario de la cadena hablada, y pondera los trabajos de este investigador afirmando que, los manuales surgidos en este dominio después del de Navarro, son un resumen o una prolongación.
En su Manual de Entonación Española, Navarro  plantea: «La frase no ofrece sentido concreto mientras no recibe una forma tónica determinada. Cualquier frase por simple que sea encierra potencialmente un fecundo contenido ideológico capaz de múltiples efectos. La entonación lógica indica la parte o porción de dicho contenido, realizada o actualizada en cada caso por la intención de la persona que habla»[6]. Teniendo en cuenta el final de la unidad de entonación, distingue cinco tonemas fundamentales:
-Tonema de cadencia: terminación grave, a unos ocho semitonos aproximadamente por debajo de la línea del cuerpo del grupo.  
-Tonema de anticadencia: terminación alta a cuatro o cinco semitonos por encima del cuerpo del grupo.
-Tonema de semicadencia: terminación descendente, menos grave que la de la cadencia, a tres o cuatro semitonos por debajo del cuerpo de la unidad.
-Tonema de semianticadencia: terminación menos alta que la de anticadencia, dos o tres semitonos sobre el nivel medio de la unidad.
-Tonema de suspensión: Terminación en el mismo nivel que el cuerpo del grupo. Aunque la uniformidad tónica no sea matemáticamente exacta, su impresión es la de una interrupción de la voz sin elevación y descenso apreciables.
El  tonema  final constituye  el  eje  vertebrador  de  la  melodía  y  suele  ser  el  soporte  del  valor expresivo del enunciado. Además, el tonema final es la parte del patrón melódico que  más  variaciones presenta  por  lo  que  puede  afirmarse  que  el valor  expresivo de  la  entonación  depende,  en  gran  medida,  de  las  características  de  la  inflexión final que confiere carácter fonológico al enunciado”.[7]
Los movimientos de tono son las unidades descriptivas más elementales en el análisis de la entonación. Al hablar, el tono de voz no es constante, cambia con subidas y bajadas para expresar información, porque no es lo mismo enunciar, preguntar y exclamar, como se ve en:
1. Enunciado: Llueve.
2. Pregunta: ¿Llueve?
3. Exclamación: ¡Llueve!
El signo tiene una determinada intensión y una determinada extensión según el sujeto que lo use y su finalidad comunicativa.
En consonancia con esto, las modificaciones del tempo medio varían al acelerarse o retardarse, dado el interés del hablante al ponderar o enfatizar el aspecto emotivo. Según la Real Academia de la Lengua Española (2011), “se  acepta  como  principio  general  que  la  modalidad exclamativa existe como una modalidad oracional más”.
En este volumen se acota que  la entonación destaca   la   función   del   hablante   como   elemento   indispensable   del   acto   de comunicación. A la vez, aparecen referencias a la necesidad de tomar en cuenta  la situación  comunicativa  concreta al estudiar los actos verbales o actos de habla.
Con respecto a la frase enunciativa, es de señalar que “ (…) algunos autores han propuesto  que  la  frase  enunciativa  española  consta  regularmente  de  una  rama tensiva y otra distensiva. La primera reclama la atención del oyente y se produce en un tono más alto, y la segunda, que se produce después del punto culminante, donde se separan las dos ramas, se produce en un tono descendente.
Los enunciados enunciativos de más extensión (con más de dos acentos y pronunciados  en  una  sola  unidad  melódica)  pueden  ser  más  variados  en  su configuración   tonal”.  [8]
Aunque  se  ha  observado  que  el  fenómeno  de  la  declinación  responde  a  un mecanismo  automático  de  la  producción  del  habla,  actualmente  se  sabe  que  los diferentes grados de declinación están directamente controlados por el hablante y, en  algunos  casos,  son  indicativos  de  la  modalidad  oracional.  
En español, por ejemplo, las oraciones    enunciativas suelen            presentar escalonamiento  descendente,  las  preguntas  reiterativas  o  preguntas  de  eco  se caracterizan  por  una  línea  tonal  prácticamente  uniforme  o  incluso  ascendente; mientras para expresar la incertidumbre se usa  un  tipo  de  entonación  que los expertos llaman aseveración  dubitativa.  Estos enunciados se caracterizan por una modulación final que consta de un movimiento ascendente,   alineado   con   la   última   sílaba   acentuada;   sigue   un   movimiento ondulante  descendente  y  una  inflexión  continuativa  final  alineada  con  las  sílabas postónicas  finales,  que  se  alargan  considerablemente.  
En cuanto a las exclamaciones, la Academia hace referencia al movimiento   circunflejo, el cual aparece explicado por Navarro Tomás en su Manual, donde afirma: “Las manifestaciones más intensas y características de la inflexión circunfleja se producen en la entonación exclamativa”[9].
Además, los académicos consideran que las  construcciones  exclamativas,  a pesar de la existencia de  aspectos  generales  y  comunes  a  las  distintas  variedades  del  español, vinculados a la modalidad aseverativa con matiz exclamativo, el carácter marcado y  enfático  de  tales  expresiones,  se  presta  fácilmente  a  la  aparición  soluciones propias de cada dialecto y a veces de cada grupo social.  
Al mismo tiempo  asevera que en determinados grupos hispanohablantes,  la  comunicación  de  ciertas  características  expresivas  tiene  como  efecto melódico el incremento general de la altura tonal de los enunciados exclamativos.
Desde el punto de vista fonético, las exclamaciones poseen un refuerzo articulatorio, distinguible por el aumento de cantidad e intensidad en las sílabas fuertes y con una ostensible variación de movimientos de la curva tonal, peculiares según los sentimientos que se expresan: alegría, tristeza, reproche, aprobación, duda, sorpresa, y otros.
Atendiendo los requerimientos pragmáticos de la súplica o el ruego se evidencia que una de las características fónicas más llamativas del ruego es la eliminación de cualquier incremento de esfuerzo articulatorio. Tales objetivos pragmáticos poseen correlatos melódicos específicos, que permiten al hablante y al interlocutor ponderar la fuerza o vehemencia del ruego. La configuración específica del tonema de las expresiones empleadas para expresar una súplica, parte de un nivel tonal un poco superior al común, para luego ir descendiendo.
 La abundante explicación que ofrece la publicación académica apunta en todo momento hacia el análisis discursivo que atiende lo semántico desde el objetivo pragmático del hablante, según su contexto lingüístico y sociocultural.
Por otra parte, la investigadora cubana M. Curbeira, plantea que “(…) la entonación constituye un sistema formado por una serie de subsistemas. Existe una relación de sistema central y sistemas periféricos que actúan entre sí. En el sistema central aparecen las funciones eminentemente lingüísticas (distintivas y delimitadoras). Son los aspectos de la entonación que, en su interacción con el resto de los medios de expresión, originan valores comunicativos.
Los sistemas periféricos (modal, social, estilístico y geográfico) son aquellos que están marcados porque presentan peculiaridades de un grupo social y regional, tienen un valor eminentemente estético o se identifican con un grupo profesional”. [10]
Un criterio de especial interés, resulta el emitido por la entonóloga cubana Raquel García Riverón (2005), quien constituye un pilar en los estudios sobre el tema. Esta autora ha profundizado en los estudios de la entonación a partir de la interacción de los diferentes medios de expresión lingüísticos y extralingüísticos.
Teniendo en cuenta el modelo de la Escuela Cubana de Entonación, hay que señalar que el mismo propugna el estudio del suprasegmento entonativo a partir de métodos de análisis cualitativos (delimitación de su funcionalidad o valores comunicativos), que permitan segmentar las unidades de entonación que emergen en los diferentes discursos. Esta segmentación atiende a su capacidad distintiva y significativa en el sistema y en interacción con el resto de los medios de expresión -lingüísticos y no lingüísticos- que participan en la oralidad.
De modo que el significado de una unidad de entonación está codificado socio-culturalmente. El hablante lo memoriza y es capaz de interpretarlo al percibir la curva en sus diferentes interacciones, dado que la lengua es un sistema dinámico complejo. Es importante señalar, que la entonación debe ser analizada sobre bases semántico-pragmáticas, y no como fenómeno acústico (melódico) solamente.
Por último, relacionado con esta visión que privilegia el enfoque semántico-pragmático de los contornos entonativos, hay que revisar los planteamientos de teóricos foráneos como Bolinger, para quien la entonación constituye un fenómeno que incluye un aparato gestual que opera de acuerdo a la emoción que embargue al sujeto-hablante.
En cuanto a las limitaciones que tiene la aplicación de este modelo, García Riverón (2005) ha planteado que cuando el objetivo es definir el sistema de la entonación, «no son suficientes los modelos (…) que limitan la indagación a fragmentos o partes mínimas que no permiten ver la dialéctica de los fenómenos, sobre todo si se tiene en cuenta que estas partes responden a niveles de más simplicidad estructural»[11].
Agrega Riverón: «Entonces la investigación de la entonación con criterios autosegmentales queda en las posturas reduccionistas y mecanicistas de la modernidad por el desacuerdo ontológico y epistemológico del modelo con la esencia del objeto en que se aplica la visión foránea adoptada”. [12]
A partir de los diferentes estudios y los fundamentos de la praxis, se puede tomar en cuenta que cada individuo utiliza la lengua en un sin fin de situaciones y con los más variados objetivos. En consecuencia, para los estudios del habla es preciso indagar en las características comunes que existen en la gran diversidad, y en  las funciones generales subyacentes, para intentar establecer las categorizaciones funcionales que operan en el sistema.
No se trata de una tarea fácil, sobre todo cuando se investiga aspectos del discurso oral que, tradicionalmente, ha sido considerado caótico, sin forma ni estructura. Las relaciones intersubjetivas inherentes a la comunicación introducen una gran pluralidad de relaciones de tipo humano, viables, gracias a la lengua que funge como marco institucional. Aunque esta modalidad comunicativa es diversa y rica en matices, está demostrado que el lenguaje oral no es "inestructurado" ni "superficial".
Los esquemas son muy perjudiciales a la hora del análisis del habla, es preciso captar la intencionalidad comunicativa del hablante, las relaciones de los grupos fónicos dentro del contexto dialógico, su especialidad y temporalidad, atendiendo a las circunstancias de producción, en consonancia con su saldo semántico.
En este punto vale subrayar la importancia y la necesidad de incorporar procedimientos del análisis del discurso, que propicien el estudio del suprasegmento entonativo a partir de métodos de análisis cualitativos que propone la Escuela Cubana de Entonación, según la cual se deben analizar las unidades de entonación que emergen en los diferentes discursos. La lengua, el sistema, deviene discurso en la actividad comunicativa, y no de puede abstraer de esta.
Actualmente, existe un amplio caudal científico para emprender los estudios lingüísticos desde postulados teóricos novedosos, sin despreciar los precedentes. En este sentido, son de vital importancia los estudios de García Riverón, además de las publicaciones de Curbeira Palomo (2002); Gil (2007); Llisterri (2008); entre otras con perfil compilativo o didáctico que aportan enfoques de interés para los estudios del habla en el ámbito de la enseñanza de la lengua materna.
En Cuba, los estudios lingüísticos son particularmente significativos dada la particularidad de ser un país multirracial y monolingüe, lo que se fundamenta en la función de la lengua española durante el proceso de consolidación de la cultura y la nación. Con este acercamiento a los estudios sobre la entonación se pretende subrayar la necesidad de ahondar en el tema y el cuidado de la lengua maternaentre cubanas y cubanos.






BIBLIOGRAFÍA
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[1] Navarro Tomás, Tomás. (1966) Manual de entonación española. Edición revolucionaria. La Habana
 P. 215
[2] Navarro Tomás, Tomás. (1966) Manual de entonación española. Edición revolucionaria. La Habana
 P. 17
[3] Quilis, A. (1993) Tratado de Fonología y fonética españolas. Ed. Gredos, Madrid, España. Pg. 377.
[4] ___ (2011) Fonética y fonología. Cuestiones generales. Edición Real Academia de la Lengua Española. Versión digital.
[5] ___ (2011) Fonética y fonología. Cuestiones generales. Edición Real Academia de la Lengua Española. Versión digital.
[6] Navarro Tomás, Tomás. (1966) Manual de entonación española. Edición revolucionaria. La Habana
 P. 68.
[7] Navarro, T. O.C P. 70
[8] --- : (2011).  Real Academia de la Lengua Española
[9] Navarro, T. O.C P.223
[10] Cubeira, M. (2002) Estudio descriptivo de la entonación en el habla popular de la ciudad de Guantánamo. Tesis doctoral. P. 29.
[11] PHONICA, vol. 6, 2010 García Riverón et al. El sistema de entonación del español de Cuba. Edición digital.

[12] PHONICA, vol. 6, 2010 García Riverón et al. El sistema de entonación del español de Cuba. Edición digital.

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